Una turista chilena de 33 años tuvo que ser reducida por personal policial y del Ministerio Público, en Cusco, a fin de que cumpla con las disposiciones vigentes y sea puesta en aislamiento al presentar síntomas correspondiente al coronavirus.
El hecho se registró la noche del último sábado, cuando la extranjera acudió a una clínica particular de Cusco debido a que se encontraba mal de salud. En el centro médico, el personal de salud advirtió que podía tratarse de un caso de COVID-19, por lo que se le indicó que debía hacerse el test de descarte, cuando la turista escapó de las instalaciones.
Es así que se dio aviso a personal de la Dirección Regional de Salud Cusco, que ubicó el hospedaje de la extranjera, hasta donde llegó acompañado de la Policía a fin de trasladar a la posible portadora de COVID-19 hasta el Hospital Regional de Cusco para su evaluación.
En el lugar el personal de Salud detectó que la chilena tenía un cuadro avanzado de neumonía y por falta de respiradores automáticos la llevó hasta el Hospital de Contingencia Antonio Lorena, donde tuvo que ser necesaria la presencia de su director para que la paciente se calmara y se atienda a los protocolos de bioseguridad.
"La paciente ya está bajo nuestro cuidado, cumple los criterios clínicos y epidemiológicos de coronavirus, en un principio ha tenido una conducta bastante agresiva y ofuscada pero ya se tranquilizó y prometió colaborar con nosotros", citó el médico Grimaldo Gutierrez, director del Hospital de Contingencia Antonio Lorena.
Finalmente el personal de Epidemiología logró tomarle las muestras de hisopado bucal a la turista, las mismas que ya fueron remitidas al Instituto Nacional de Salud en Lima, de donde enviarán los resultados a más tardar el día lunes.
