Pese a que hay déficit de personal médico para atender a los pacientes con COVID-19, la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Piura cesó a 67 trabajadores de diferentes centros de salud que laboraban por la modalidad de Contrato Administrativo de Servicios (CAS), entre las que figuran 41 enfermeras.
Así lo informó el presidente de la Federación Médica de Piura, Arnaldo Vite Quiroga, quien refirió que este despido configura como un delito de función, pues, según indicó, en la emergencia por la pandemia ningún trabajador de la salud puede ser removido.
En tal sentido, calificó la decisión de la Diresa como “unilateral”, pues, indicó, que ni siquiera les han consultado a los directores de las Comunidades Locales de Administración de Salud (CLAS), por lo que pidió la intervención de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil).
La decana del Colegio de Enfermeros de Piura, Vilma Sulca, por su parte, dijo que estaba enterada de la destitución de integrantes de su gremio e indicó que le informaron que el retiro se debió a la falta de presupuesto.
“Este año no hubo convocatoria como en otros años. Esta semana llega el dinero, pero quieren contratar al personal médico como locadores. Nosotros no queremos”, señaló