Seis efectivos policiales del Puesto de Vigilancia Fronterizo (PVF) del distrito de Cojata de la provincia de Huancané, en Puno, que hace un mes dieron positivo a la prueba de coronavirus se habrían contagiado nuevamente de COVID-19.
Según se conoció, los agentes permanecieron aislados durante algunos días en el referido puesto de vigilancia.
En medio del aislamiento, los efectivos consumieron brebajes que prepararon a base de cebolla y ajos a fin de aliviar las dolencias a causa del virus.
Ante los reclamos de los lugareños por temor a contagiarse con el virus, los efectivos fueron trasladados por disposición de sus superiores a la ciudad de Juliaca para que continúen con la cuarentena.
El último martes 19 de mayo, los suboficiales acudieron a las oficinas de la División Policial de Juliaca para reincorporarse a su servicio, pues antes se había anunciado que estaban recuperados.
Sin embargo, ayer los efectivos volvieron a dar positivo para coronavirus, tras pasar por una nueva prueba de descarte.
Las autoridades sanitarias hicieron las pruebas moleculares a los agentes, para descartar un nuevo posible contagio.