Machu Picchu dejó de recibir gente, sus calles, escalinatas y plazas lucen vacías, sólo un par de osos tímidos se dejaron ver por inmediaciones en las últimas semanas. Desde que se decretó el Estado de Emergencia por COVID-19, toda actividad turística fue cancelada y ahora, a dos meses de cuarentena, Cusco dejó de ser la ciudad más turística del Perú.
La pandemia del COVID-19 hizo que la actividad económica y laboral del país cambie por completo, en ciudades como Cusco, donde el turismo es la segunda industria (después de la minería) que mueve la mayor cantidad de dividendos, los estragos de la recesión ya se dejan sentir, miles de ciudadanos que trabajaban directa o indirectamente con turismo se han quedado en la calle.
83% DE EMPRESAS
Edy Cuéllar, vicepresidente de la Asociación de Agencias de Turismo del Cusco (AATC) devela los números de un trabajo de investigación y encuesta reciente, mandado a elaborar por su representada, la Organización de Gestión de Destinos (OGD) y Dircetur, que clarifica el panorama del impacto del COVID-19 en la denominada 'actividad sin chimenea'.
El estudio demuestra que el 83% de las empresas ligadas al sector turismo (agencias de viaje, operadoras, transporte, restaurantes, hoteles y demás), cerraron por esta pandemia, mientras que un pequeño 8% sigue ofreciendo sus servicios a través del teletrabajo y un 7% realiza trabajo interno o administrativo.
DESPIDO MASIVO
Esta gran cantidad de negocios cerrados se traduce en el despido masivo de trabajadores, cabe mencionar que en Cusco región unas 200 mil personas se benefician del turismo de manera directa o indirecta.
Teniendo en consideración que la mayoría de negocios ligados al turismo no son formales y por ende no cuentan con personal en planilla o de manera estable, simplemente cortaron todo vínculo con sus colaboradores, dejándolos en la calle.
Una pequeña parte de las empresas formales, que representan cerca del 25%, han concebido mantener a sus trabajadores con sus pagos regulares, mientras la mayoría aplicó el modelo de suspensión perfecta, la misma que tampoco garantiza que volverán a trabajar una vez se haya vencido al coronavirus.
Acerca de este último punto, Edy Cuéllar pide al Gobierno la instauración de beneficios laborales más precisos para sus trabajadores, como la extensión del período de suspensión perfecta, que concluye este 15 de julio, cuando todos los colaboradores tendrían que volver a su trabajo, caso contrario ser despedidos.
“El panorama es complicado pero sí se puede salir adelante, todo el sector turismo está sufriendo económicamente y lo que se va a necesitar para revivir esta actividad es una inyección de liquidez, que puede provenir a partir de bonos y financiamiento del Estado con períodos de gracia amplios”, señaló.
BANCA ROTA
Lo que buscan los trabajadores de turismo es que las empresas no se vayan a la banca rota y dejen sus actividades para siempre. Esto implicaría romper toda una cadena de servicios que compromete a casi todos los sectores económicos de Cusco, desde el transporte, pasando por la manufactura y concluyendo en la agricultura.
Ejemplo de esto es la localidad de Machu Picchu Pueblo, donde casi todos sus habitantes se dedican al turismo. Según un último monitoreo, los negocios han cerrado hasta en un 90%.
Donde antes llegaban hasta 5 mil turistas por día, ahora no hay nadie y las empresas, microempresas y hasta emprendimientos corren el riesgo de quebrar y el tiempo de recuperación sería demasiado lento.
En tanto, los entes reguladores nacionales como el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, Promperú, Canatur y otros, continúan elaborando planeamientos y aplicables una vez pase la pandemia del COVID-19.
Algunos protocolos ya son instaurados; sin embargo, se necesita acciones concretas para evitar un golpe irreparable en el sector turismo cusqueño.
CIFRAS:
-4 millones y medio de visitantes recibe en promedio Perú por año, que solamente en Cusco representa más de mil millones de dólares, que representan el 30% del valor bruto de su producción.
-8 mil son los guías de turismo registrado en Cusco aproximadamente, la mayoría percibe ingresos sólo en tiempos de tráfico de visitantes, durante todo este tiempo de cese de operaciones no han recibido ningún tipo de remuneración.