Una fuerte lluvia bastó para poner en jaque al principal centro de salud de la región amazónica. El Hospital Regional de Yarinacocha, en Pucallpa, colapsó parcialmente luego de que sus techos cedieran ante la tormenta. Las filtraciones anegaron los ambientes médicos, dañaron equipos esenciales y paralizaron cirugías en pleno turno.
Las imágenes difundidas por América Noticias muestran el drama dentro del hospital: médicos corriendo entre pasillos mojados, cables colgando del techo y agua cayendo sobre camillas. “¡Auxilio, necesitamos ayuda, ese techo se va a caer!”, gritó una enfermera mientras intentaban poner a salvo a los pacientes.
El tomógrafo recién adquirido quedó fuera de servicio, las salas de operaciones fueron inutilizadas y el área de pediatría sufrió el colapso parcial del techo. Los niños internados tuvieron que ser evacuados de urgencia hacia la unidad de vigilancia clínica, donde permanecen hacinados y en condiciones precarias.
El personal advirtió que la situación es crítica y que no existen garantías para seguir atendiendo en esas condiciones. “Esto no es nuevo, cada vez que llueve, el hospital sufre filtraciones, pero esta vez ha sido devastador”, comentó un trabajador que prefirió mantener el anonimato.
El colapso del techo no fue el único problema. El banco de sangre del hospital también enfrenta serias observaciones. Según denunció el médico José Anicama, el área opera “sin categorización sanitaria”, es decir, de forma irregular. “Estamos trabajando ilegalmente. El único banco categorizado en la región es el del Hospital del Seguro”, advirtió.
La denuncia ha generado alarma entre el personal y los familiares de los pacientes, quienes temen que la falta de control ponga en riesgo la atención médica. A ello se suma el deterioro estructural del edificio, la humedad constante y la falta de equipos en funcionamiento, lo que ha llevado al hospital a operar al límite.
El director encargado, Juan Quispe, informó que el Gobierno Regional de Ucayali ha decidido declarar en emergencia el establecimiento. Aseguró que se buscarán soluciones inmediatas para restaurar los ambientes dañados y evitar que el caos hospitalario se agrave.
Sin embargo, los médicos no confían del todo en las promesas. En una reunión pública, anunciaron que iniciarán una huelga indefinida si no se concretan las reparaciones estructurales. “No podemos seguir trabajando en estas condiciones. Exigimos soluciones reales, no comunicados”, enfatizó uno de los voceros del cuerpo médico.
El colapso del hospital no solo revela una crisis edilicia, sino también el abandono de la salud pública en la Amazonía. En 2022, otro episodio similar afectó al Hospital Regional de Ucayali, cuando las lluvias inundaron quirófanos y destruyeron equipos. Dos años después, la historia se repite con mayor gravedad.
Mientras tanto, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha alertado sobre el ingreso del vigésimo tercer friaje del año, que traerá nuevas lluvias de moderada a fuerte intensidad entre el 7 y el 9 de octubre. La advertencia llega tarde para Pucallpa, donde la emergencia ya está instalada.
El personal médico insiste en que no se trata solo de reparar techos o secar paredes, sino de garantizar la seguridad de pacientes y trabajadores. “Este hospital se está cayendo a pedazos y nadie hace nada”, lamentó una enfermera, mirando cómo el agua seguía filtrándose desde lo alto del pabellón de pediatría.
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