La Primera Fiscalía de Prevención del Delito de Chiclayo y la Policía Nacional del Perú intervinieron un local, donde se habría estado vendiendo combustible adulterado y sin cumplir con las medidas de seguridad requeridas.
Según información fiscal, el establecimiento intervenido se ubica en la carretera Reque - Puerto Eten, lugar donde se encontró 3800 galones de gasolina, 290 galones de petróleo y 4000 galones de disolvente.
La diligencia estuvo a cargo de la fiscal Candita Llempén Quiroz, quien junto a efectivos policiales descubrieron que se habría estado comercializando dicho combustible en la zona de la sierra.
“Asimismo, verificaron que el local no cuenta autorización para almacenar, vender y comprar productos inflamables; así también, carece de documentos que acrediten la legalidad de su procedencia”, informó la Fiscalía.
Finalmente, la representante del Ministerio Público comunicó los hechos a la fiscal de turno para que proceda de acuerdo a sus atribuciones. Esta operación se dio con el fin de prevenir la venta de combustible de procedencia ilegal.