
Una joven de 18 años vivió uno de los ataques más violentos registrados en Chiclayo, luego de ser interceptada por ladrones que se desplazaban en una mototaxi y que la arrastraron por varias cuadras cuando intentó recuperar sus pertenencias. El hecho ocurrió pasadas las 9:30 de la noche y dejó a la víctima herida y con graves secuelas emocionales.
Las cámaras de seguridad revelan la crudeza del asalto: la joven se aferra a los fierros del vehículo menor mientras los delincuentes huyen a toda velocidad, sin detenerse pese a los gritos y golpes que recibía. La desesperación por recuperar su celular y los 500 soles que llevaba terminó convirtiéndose en una escena de espanto.

Los registros muestran cómo dos sujetos bajan del mototaxi, empujan a la joven al suelo y le arrebatan sus pertenencias. Tras cometer el robo, suben rápidamente a la unidad, pero ella corre tras ellos y logra sujetarse con fuerza a la parte posterior del vehículo para impedir que escapen.
Durante la fuga, uno de los delincuentes baja nuevamente, la golpea con violencia para que suelte la baranda y la arrastran por varias cuadras antes de que finalmente caiga sobre el pavimento, herida y sin poder detener a los agresores.
VIOLENTO ASALTO
Las imágenes de videovigilancia registradas en la calle Bernardo Cobos confirman que la joven fue superada en número desde el inicio del ataque. Tras arrebatarle su celular y documentos, los ladrones intentaron escapar a bordo de la mototaxi en la que se desplazaban.
Ella, en un acto reflejo, alcanzó a uno de los sujetos antes de que subiera al vehículo, pero su resistencia fue respondida con golpes. Aun así, la joven se aferró a una baranda para intentar evitar que la mototaxi avanzara, pero los delincuentes aceleraron sin contemplación, arrastrándola varios metros en pleno asfalto.
La víctima terminó con heridas en las extremidades inferiores y con un profundo impacto emocional. Vecinos que escucharon sus gritos salieron a auxiliarla, pero el ataque ya había culminado minutos antes, cuando los sujetos lograron avanzar hasta el cruce con una avenida principal.
Estas imágenes fueron entregadas a la Policía Nacional para la identificación de los agresores, quienes presuntamente formarían parte de un grupo que delinque en la zona.

EXIGEN MÁS SEGURIDAD
Raúl Espinoza, padre de la joven, lamentó profundamente lo ocurrido y aseguró que su hija actuó movida por la impotencia al ver que se llevaban su celular y el dinero que había ganado con su trabajo. “Mi hija pudo haber muerto”, expresó al denunciar que los atacantes serían reincidentes y que continúan libres.
Gracias a las cámaras de vigilancia, Espinoza logró recuperar el celular al día siguiente, aunque el dinero nunca apareció. La familia pidió firmeza a las autoridades para evitar que hechos similares continúen ocurriendo.
Por temor a represalias, la joven decidió mudarse y renunciar a su trabajo. Su familia teme por su seguridad mientras los responsables siguen sin ser capturados y la investigación continúa en manos de la Policía.
Vecinos de Bernardo Cobos aseguraron que los asaltos en la zona se han vuelto frecuentes y que la presencia policial es insuficiente. Una de las habitantes incluso relató que su hijo fue asaltado anteriormente con un arma de fuego y obligado a subir a un vehículo menor.
La comunidad exige patrullaje permanente y resultados inmediatos para frenar el avance de estos ataques que, como en este caso, ponen en riesgo la vida de personas vulnerables en plena vía pública.










