Dominados por la indignación y el dolor un nutrido grupo de familiares, amigos y miembros de organizaciones de mujeres de Ayacucho acompañaron el féretro de Lisbeth Jaulis Romaní, víctima de feminicidio en el 2017, hasta su última morada. Tras hallar sus restos en el 2018 recién se le pudo dar cristiana sepultura.
Durante el recorrido del ataúd los familiares se dirigieron a la sede del Gobierno Regional de Ayacucho, portando pancartas y a gritos exigieron al gobernador, Carlos Rúa, políticas claras para evitar más muertes.
Continuando con la ruta hacia el Cementerio General de Ayacucho, los parientes llevaron el féretro hasta el frontis de la Corte Superior de Justicia, en donde de igual forma a gritos intentaron llamar la atención de la autoridad judicial para exigir cadena perpetua para la expareja de la víctima, Yovani Yaulis Vargas, quien es el principal sospechoso de este asesinato, que habría ocurrido en diciembre del 2017.
Finalmente, los restos de Lisbeth fueron llevados hasta el cementerio, en donde se le dio cristiana sepultura.
La madre de la víctima, en medio de escenas de dolor, manifestó que no descansará en la búsqueda de justicia para su hija, quien era ingeniera de profesión y con un futuro brillante.
INVESTIGACIÓN
Tras el hallazgo del cadáver de Lisbeth Jaulis, que se encontraba en avanzado estado de descomposición, fue sometido a pruebas científicas para su posterior identificación por lo que se demoró la entrega a sus familiares.
El cuerpo de la joven fue descubierto por un agricultor el 8 de mayo de 2018 en el distrito de Chincho, en la provincia de Angaraes, en Huancavelica.
CAPTURADO
Luego de su detención Yovanni Yaulis Vargas (41) fue hallado culpable del presunto delito contra la libertad, en la modalidad de secuestro, en agravio de Lisbeth Jaulis Romaní, según informó la Sexta Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Huamanga.