En la región Arequipa se encuentra el Cañón de Cotahuasi, ubicado en la zona suroccidental del Perú; es parte de la cuenca del río Ocoña, la cual tiene un área total de 15′998,13 kilómetros cuadrados. También forma parte de la vertiente del Pacífico y tiene su origen en la Cordillera Occidental y posee un recorrido de 274 km hasta llegar al Océano Pacífico.
Así lo indicó el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), mediante un comunicado, donde señala que la actividad volcánica en la Cordillera Occidental de los Andes peruanos ha sido permanente en los últimos 90 millones de años, haciendo que gran parte de este territorio esté cubierto por rocas volcánicas.
Añade que dentro de la cuenca del río Ocoña, se ubican varios aparatos volcánicos que se emplazaron en el último millón de años, como son el volcán Auquihuato, Firura, Solimana, Sara Sara y Coropuna.
Por ello, el Complejo Volcánico Nevado Coropuna alcanza los 6370 msnm por lo que se le considera como el volcán más alto del Perú. Cuenta con un área de ~45 kilómetros cuadrados de glaciar.
La referida entidad precisó que el Coropuna está conformado por cinco edificios volcánicos dominados por erupciones de tipo efusiva con emisiones de flujos de lava y domos de composición andesítica-dacítica que construyeron un complejo volcánico de ~350 km2 de extensión y ~270 km3 de volumen.
Así también destaca el Sara Sara, estratovolcán ubicado en el extremo norte de la zona volcánica Central de los Andes. La cima de éste alcanza 5505 msnm, tiene una forma alargada de norte a sur y la mayor parte sus flancos se encuentran erosionados, principalmente por la acción glaciar.
Una de las últimas erupciones del Sara Sara ocurrió a través de un vento “parásito” en el flanco Este, por el cual se emplazó un flujo de lava que alcanzó cerca de 15 kilómetros de distancia.
Mientras que el volcán Solimana es un estratovolcán que se ubica en la parte central de la cuenca del río Ocoña y al norte del cañón de Cotahuasi; su cumbre alcanza 6093 msnm. Está construido por secuencias de depósitos piroclásticos, flujos de lava y presencia de domos en la parte más alta, lo que indica una actividad eruptiva compleja.
El Ingemmet aseguró que el estudio de los volcanes activos y potencialmente activos realizados por el Observatorio Vulcanológico del Ingemmet (OVI) permite conocer su historia eruptiva, genera información para entender la actividad volcánica del pasado y conocer la geología de nuestro territorio.
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