Mientras que muchas familias esperaban la llegada de la Navidad, en la Sala de Operaciones del hospital Carlos Alberto Seguin Escobedo, una familia se despedía de su ser querido, un joven que a voluntad propia donó sus órganos para darle esperanza de vida a dos personas.
Se trata de un joven de 27 años, quien lamentablemente sufrió un accidente que lo dejó con muerte cerebral horas antes de la Noche Buena. A pesar de que los médicos trataron de hacer lo posible por salvarle la vida, él finalmente falleció.
Pero, no se fue de este mundo sin antes cumplir lo que en vida les dijo a sus familiares; y que constaba en su Documento Nacional de Identidad (DNI) que era donar sus órganos para salvarle la vida a otras personas.
Y así fue. Los especialistas del referido nosocomio actuaron de inmediato y lograron extraer del cuerpo del joven sus dos riñones. Horas después, dos pacientes que padecían de insuficiencia renal serían los receptores de este obsequio de vida.
HISTORIA DE LOS RECEPTORES
Cuando Fiorella (19) tenía 15 años y cursaba el cuarto año de secundaria, empezó con los malestares que le advertían que algo fallaba en su cuerpo. Tras ser atendida por los especialistas de EsSalud y luego de varios exámenes, le diagnosticaron la falla renal que la obligó a recibir por tres años diálisis peritoneal.
La historia de Henry (61) es similar. Desde el 2012 venía recibiendo el tratamiento de hemodiálisis que le permitía continuar con su vida.
Por más de 3 años, Henry y Fiorella esperaron pacientes por un riñón y aunque la espera fue larga, por fin pudieron tener una segunda oportunidad de vida y ahora se encuentran recuperándose en el hospital arequipeño.
DATO
Esta operación movilizó a más de 40 profesionales de la salud, entre médicos especialistas, enfermeras, técnicos de enfermería, tecnólogos médicos, que lograron con satisfacción el implante de estos órganos.
Esta es la primera operación de trasplante efectuado en Arequipa durante la pandemia por el coronavirus.