La única vía que permite conectar los anexos de Chuquibamba, Secocha y Urasqui con la provincia de Camaná, en , sufrió la destrucción de un tramo de su plataforma a causa del incremento del caudal del río Ocoña. En consecuencia, al menos 30 mil pobladores quedaron incomunicados.

En pocas horas, la fuerza del agua originó que gran parte de la carretera, a la altura del anexo de la Culata de Infiernillo, registrara daños y se interrumpa el tránsito entre Urasqui y Secocha.

Ante la emergencia, los vehículos avanzaban por un solo carril, pero tras la destrucción del asfalto, decenas de autos quedaron varados debido al riesgo de caerse al río.

El alcalde del distrito de Urasqui, Helar Portocarrero Carnero, se constituyó al lugar, constatando la magnitud de los daños. El burgomaestre dispuso el envío de maquinaria pesada para erradicar las rocas y piedras y así ganar espacio al cerro y permitir el paso de los vehículos de pasajeros.

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