Su lucha es empoderar a la mujer y desterrar el machismo (Foto: Allengino Quintana)
Su lucha es empoderar a la mujer y desterrar el machismo (Foto: Allengino Quintana)

La solidaridad nace por lo que se siente que es consecuencia, muchas veces, de lo vivido. El temple de esta se fue forjando en las aulas de la . Eran tiempos complicados, de luchas sociales y políticas que nos destruían como . Milagros Mallqui pasó urgencias, tuvo obstáculos, pero se hizo profesional en la ‘Decana de América’, en la Facultad de Administración, trabajó pensando en su natal Huaraz y hoy ostenta un premio que pocos pueden lucir.

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Milagros, primero nos gustaría nos narres tus momentos en la Universidad San Marcos

Mi encuentro fue duro. Estábamos en la cola del comedor y aparecieron unos militares con dos chicos detenidos. Uno hombre y la otra mujer.

¿Por qué?

Los acusaban de ser terroristas y les dispararon delante de nosotros. Empezaron las protestas y los disparos al aíre.

¡Increíble!

En otra oportunidad, me estaba matriculando, y de pronto los senderistas habían embanderado la ‘Ciudad universitaria’ y los militares empezaron a detener a quien encontraban en los pasillos.

¿Cuál fue tu reacción?

Con una amiga y dos chicos más nos metimos a un contenedor. Entre la basura y las ratas, debíamos contener la respiración, mientras escuchábamos disparos y gritos.

¿Cómo salieron?

En la noche y trepando el muro de la universidad.

¿No te generó una rabia contra la sociedad?

A mí siempre me ayudaron, en mi vida surgieron ángeles que me tendieron la mano y entendí algo.

¿Qué cosa?

Que todo lo que aprendes en la vida es para que seas grato con las otras personas. He sabido darle a alguien que pasaba hambre y yo quedarme sin nada.

¿Quiénes son esos ángeles?

Por ejemplo, mis profesoras Violeta Nolberto y Elizabeth Canales, que falleció el año pasado, mis segundas madres. Ellas me daban de su bolsillo para comer si no alcanzaba mi ración en el comedor.

¿Otra prueba dura en tu vida?

Hace muchos años me detectaron cáncer.

¿Ya eras mamá?

Mi hija era pequeña, apenas tenía 7 años.

¿Cuál fue el diagnóstico?

El médico me dijo que me operara de emergencia y le respondí: ‘No puedo, tengo una niña pequeña que me espera’.

¿Cómo continuó la historia?

Un médico, que me vio totalmente desanimada, me explicó: ‘Ponte una bolsa de agua caliente en el vientre, no tomes pastillas. Aprende a controlar el dolor, no te va a dominar la enfermedad’.

¿Entonces?

Lo hacía y durante tres noches, le pedí a Dios que no me vaya a llevar porque mi hija aun necesitaba de mí.

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Luego de todos esos momentos duros y fuertes, es hora nos cuentes como llega tu reconocimiento

Tengo una parcela de rosas en ‘Copa Chico’ en Carhuaz. En esa comunidad existe demasiado machismo.

¿Cómo las fortaleces?

No solo le damos trabajo a las mujeres, también las capacitamos. Les enseñamos a realizar los cortes de las rosas, también la recolección. Trabajos que normalmente lo hacen los varones.

¿Cuál es el objetivo?

Que entiendan que sin la ayuda de un hombre, podemos sacar adelante a nuestros hijos. Que generan un ingreso importante con su trabajo.

¿Cuáles son los primeros pasos?

Un encuentro de esas mujeres con uno psicólogo y sociólogo. Debemos saber su nivel de autoestima. Las mujeres podemos hacer dos cosas a la vez y los hombres no.

¿Hace cuánto lo vienes haciendo?

El 2014 lo empezamos en el Cusco. Lo primero que le hicimos entender es lo importante que son.

¿Y llegó el reconocimiento?

Si, he sido condecorada a la ‘Orden al Mérito de la Mujer 2023′ otorgada a aquellas mujeres que destacan por defender y promover la igualdad de oportunidades en nuestro país.

Y representando a tu ‘Alma Mater’

Si. A ella le debo todo lo que soy. Me gustaría agradecer a los sacerdotes que son mis otros padres: Carlos Morantes Campos, Víctor Valdeón y la hermana Ruth Guevara.

Felicitaciones y que siga la lucha por la igualdad de género

Nos vamos a bajar los brazos. Muchas gracias.

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