A pesar de los esfuerzos de distintas organizaciones públicas y privadas, la equidad de género en el mundo laboral aún se ve marcada por distintos estereotipos y discriminación que no permite que la mujer acceda con convicción a las ciencias duras o STEM (“Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas”, por sus siglas en inglés). En casi todas las carreras de estas áreas, los hombres dominan las estadísticas.
Según datos de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), a nivel global, solo un 35% de los estudiantes de carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son mujeres, y, en el caso de Perú, de acuerdo con la Sunedu, el porcentaje está cerca del 30%, es decir, de cada 100 alumnos hombres son 30 mujeres.
A pesar de que estas cifras son aún bajas, el Perú es uno de los países que posee más ingenieras egresadas en América Latina (47.5%), sin embargo, aún prevalecen las brechas de género dentro de la región, debido a que las mujeres solo representan el 28% de los licenciados en ingeniería, de acuerdo a la Unesco.
“Las causas de este panorama son múltiples. Se dice que las ingenierías son consideradas carreras ocupadas por el género masculino, lo cual es un tabú guiado por el estereotipo de que las mujeres no son buenas para los números. A esto se suma nuestra cultura, que juega un papel importante, siendo Perú un país de alto contexto, donde se valora más la dedicación de la mujer al hogar que a los logros profesionales”, afirma Karen Menacho, responsable de la Coordinación de la Carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Norbert Wiener, potenciada por Arizona State University.
Por otro lado, la falta de conocimiento sobre las diferentes aplicaciones de las carreras de ingenierías, los escasos estímulos durante la primera infancia, los ambientes de trabajo hostiles a la presencia femenina y la desigualdad salarial, las obliga a declinar en su decisión de desarrollar una carrera en ingeniería.
Sin embargo, los estudios han demostrado que no hay diferencias inherentes en las habilidades cognitivas entre hombres y mujeres. Asimismo, existen múltiples aplicaciones dentro de la ingeniería, por lo que no es un campo diseñado solo para hombres y se ha demostrado que las mujeres tienen habilidades sobresalientes en la resolución de problemas técnicos y en la aplicación de conceptos científicos en este campo. Es por ello que no debería ser considerada una carrera limitante para el género femenino.
“Las mujeres tenemos el potencial de contribuir de manera significativa dentro del campo de la ingeniería, y es fundamental eliminar las barreras y los prejuicios que limitan nuestra participación y progreso profesional. Es necesario darle a la mujer facilidades para realizar sus labores de manera tranquila, por ejemplo, implementar las guarderías en los centros de trabajo como se realiza en otros países, teniendo en cuenta que una de las dificultades que las mujeres tenemos es lograr el equilibrio entre la vida profesional y familiar. Asimismo, es necesario valorar el esfuerzo que hace una mujer al cumplir con sus labores asignadas independientemente del lugar o la hora que las realiza, y no contemplarlo como una desventaja”, afirma la especialista de la Universidad Norbert Wiener.