Por: Miguel Ramírez
‘Que los bomberos tengan sueldos y los políticos sean voluntarios’, rezaba el cartel de una joven indignada que el jueves pasado fue a despedir a los tres valientes bomberos, que murieron tratando de sofocar el incendio en un almacén del Ministerio de Salud. La frase resume el malestar de miles de peruanos cuando vimos pronunciarse y desfilar en el funeral de los jóvenes fallecidos, a viejos y conocidos políticos, rasgándose las vestiduras, reclamando y ofreciendo sueldos y seguros de vida para los bomberos y sus familias, pero que jamás hicieron nada por ellos.
Uno de estos fue Alan García, que gobernó el país durante 10 años, quien suelto de huesos publicó en su Twitter: “Homenaje y gratitud a los tres heroicos bomberos. Y solidaridad con sus familias en el dolor”. Hasta Keiko Fujimori -muda desde junio cuando perdió las elecciones y cuyo padre también gobernó 10 años- escribió: “Mis condolencias a los familiares de Alonso Salas, Raúl Lee Sánchez y Eduardo Jiménez, héroes que perdieron la vida cumpliendo su deber”.
Tampoco, por cierto, se salva el presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien fue premier y ministro de Economía en gobiernos pasados. Las cosas claras y el chocolate espeso, como se dice cuando se trata de hablar claro y directo. Hubo, incluso, un bombero que culpó de la crisis a Ollanta Humala, cuando su gobierno fue el único que los apoyó. Resulta que recién ahora, los políticos se han ‘enterado’ de que cada bombero tiene que sacar de sus bolsillos S/. 700 para comprar sus guantes, botas y otros artículos de seguridad.
La mayoría, por supuesto, no tiene esa cantidad de dinero, entonces hacen una ‘chanchita’ y se turnan y se prestan los equipos entre ellos. Del total de 226 compañías, solo 67 cuentan con el mínimo ideal de vehículos para atender emergencias; y lo que es peor y alucinante, es que su seguro de vida es de ¡45 soles!, lo que cuesta una caja de cerveza.
La corrupción, por cierto, tampoco ha estado exenta en la cúpula del alto comando del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP). En enero del 2012, Elizabeth Salazar, la inteligente y tenaz periodista que tenía en la Unidad de Investigación de ‘El Comercio’, detectó malos manejos con las donaciones y compras de bienes que ocurrieron en años anteriores. Descubrió que en el año 2010 se mal usaron ¡50 millones de soles! del presupuesto que recibieron de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).
Tres exjefes del CGBVP fueron condenados por favorecer a una empresa que ofrecía mantenimiento de vehículos, la cual sobrevaloraba sus precios para darles sus ‘coimisiones’.
Esta es la triste y dolorosa realidad de los 15 mil bomberos que existen en el país. ¿Cumplirán sus promesas los políticos? Nos vemos el otro martes.
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