La semana pasada, la noticia cayó como un misil en las Salas de Redacción. Según la policía brasileña, el nombre del presidente aparecía en anotaciones de importantes directivos de la empresa Odebrecht, acusados de haber pagado sobornos en varios países, a cambio de ganar obras públicas. Se trata del ‘Caso Lava Jato’.

En un documento aparecen las iniciales ‘OH’ con un monto en reales equivalente a US$ 3 millones. Eso hace presumir a los agentes que se trataría de un monto destinado al jefe de Estado, Ollanta Humala. Se trata, en rigor, de presunciones y de una investigación preliminar, que trabajan en conjunto las autoridades brasileñas y peruanas.

Apenas se conoció la noticia, al presidente Ollanta Humala le llovió de todo. Varios pidieron que fuera llamado al Congreso, que se le impidiera salir del país y hasta que se declarara la vacancia presidencial. Su principal enemigo político, el expresidente Alan García, también le disparó: “Sería doloroso que Humala esté implicado en el ‘Caso Lava Jato’”. Luego escribió en su Twitter que existía un psicosocial “para tapar la coima de los tres millones”.

Alan García, sin embargo, no debe darse ínfulas de moralizador. Él está comprendido en la investigación de las supuestas ‘coimas’ que habría pagado Odebrecht durante su segundo gobierno.

Esta empresa quedó tan agradecida con las millonarias obras que le dio Alan García que hasta le regaló una réplica del ‘Cristo de Corcovado’. El mismo García colocó la efigie en el Morro Solar de Chorrillos.

Una de las construcciones más cuestionadas es la carretera Interoceánica. El año 2005 se estimó que costaría US$ 800 millones, pero terminó costando ¡US$ 2 mil millones! Para llegar a esa astronómica cifra, el gobierno aprista aceptó 22 adendas (añadidos donde se establecieron aumentos de precios de la obra) que le pidió la compañía brasileña.

Hay un caso que despierta la envidia de cualquiera. Son los contratos exclusivos que tuvo Odebrecht con el estudio de abogados Nava y Huesa, de uno de los hijos de Luis Nava Guibert, el secretario y hombre de confianza de Alan García.

Según una comisión que presidió el congresista Sergio Tejada, el 2006 ese estudio facturaba S/ 892,586; el 2007, pasó a S/ 1’302,195; y el 2010, llegó a S/. 1’700,781. Tuvo un alza de ¡90.55%! gracias a la empresa brasileña.No es lo único, por cierto. Varios de los directivos brasileros que ahora están presos se reunieron con Alan García cuando era presidente. Nadie lo sabía hasta que estalló el ‘Caso Lava Jato’.

Entre ellos están Jorge Barata, representante de Odebrecht en Lima, quien fue recibido por García Pérez 16 veces en Palacio de Gobierno. También José Dirceu y la brasileña Zaida Sisson.

Existen, además, correos electrónicos entre Hernán Garrido Lecca (uno de los ministros favoritos que tuvo Alan García) con Sisson coordinando negocios.El hoy candidato Alan García, como se ve, tiene techo de vidrio que le puede caer encima. No vemos el otro martes.

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