Jesús Checa Flores es más conocido como el payaso ‘Baketita’, un personaje que derrocha alegría, ritmo y tradición. Con su traje colorido, su yunza portátil, un toro loco chispeante y una anaconda de siete metros, convierte cualquier cumpleaños en un carnaval andino-amazónico.
Pero detrás del maquillaje hay un joven que estudia Educación Artística en La Cantuta, que vendió caña y picarones de niño, y que encontró en el arte la mejor forma de hacer bailar a grandes y chicos.
Jesús, ¿desde cuándo eres el payaso ‘Baketita’?
Desde los 20 años. Todos me dicen que empecé tarde en esto, porque la mayoría de payasos arranca desde chibolos.
¿Cómo nace el personaje?
Siempre he tocado timbales con baquetas desde niño. Cuando decidí ser payaso, buscaba un nombre que me identificara y no encontraba. Hasta que un día dije: ‘¡Baketita!’ Y se quedó.
¿Tus shows siempre fueron con temática regional?
No, al comienzo probé de todo. Recién en 2024 empecé con el estilo regional carnavalero y gracias a eso me gané el cariño del público.
¿En qué consiste ese show?
Llevo un árbol de yunza de plástico, de dos metros, decorado con globos, serpentinas y regalitos. También va un toro loco que bota chispas, como en las fiestas patronales, y una anaconda de siete metros con la que bailo música de la selva.
Imagino que la gente se divierte como en un verdadero carnaval...
Claro que sí. Muchos cumpleañeros se emocionan como si estuvieran en sus tierras. La música es personalizada, pero siempre tratamos de incluir ritmos de las tres regiones.
Y también tienes una orquesta…
Así es. Está Aldo, mi director musical y saxofonista; Marcelo, el percusionista; Jhon, el trompetista; Omar, en el bajo electrónico; Jesús, guitarrista; José, tecladista; Michelle, la voz principal y mi pareja, y este pechito, ja, ja, ja.
¿Qué música tocan en los shows?
Principalmente cumbia, pero hacemos de todo: huaynos, santiagos, carnavales, merengue. Nos adaptamos al público.
Tienes un número famoso llamado ‘El musculoso’...
¡Uy, sí! Ese número nació en el cumpleaños de una señora que iba a cumplir 50. Estaba soltera y me pidieron algo alegre para que se divierta. Se me ocurrió hacer un striptease cómico con un traje de musculoso. El show es divertido y totalmente apto para toda la familia.
¿Alguna anécdota que te haya marcado?
Una vez un señor se puso a llorar cuando me vio entrar con la yunza y el toro loco. Me dijo que le recordaba a las fiestas de su infancia. Y yo también terminé con lágrimas, porque al mirarlo proyecté la imagen de mi papá. Fue muy emotivo.
¿Has trabajado en algo más fuera del arte?
Sí. Empecé en orquestas a los 14 años. Y para apoyar a mi familia vendía picarones y caña de azúcar en la calle. Siempre he sido bien chambeador. Actualmente, también estudio Educación Artística en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta).
¿Qué significa para ti ser el payaso ‘Baketita’?
Es lo mejor que me ha pasado. Cuando me pongo el traje, los problemas desaparecen. Solo pienso en hacer reír y en llevar alegría, sobre todo con nuestra música y nuestras tradiciones. Ser payaso me ha salvado de muchas tristezas. Es mi vida entera.
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