La Línea Amarilla es el gran proyecto de Lima, pero se estaría haciendo mal, muy mal. El túnel que se construye debajo del río Rímac, que forma parte del megaproyecto vial Línea Amarilla, literalmente está “haciendo agua” pese a que la Municipalidad de Lima asegura que las obras tienen un 70% de avance.
Personal de la Fiscalía y la Procuraduría Anticorrupción halló fisuras y filtraciones en esta polémica obra concesionada a la empresa brasileña OAS durante la segunda gestión de Luis Castañeda Lossio como alcalde de Lima.
De acuerdo a un informe difundido por el programa “Mira Quien Habla” de Willax TV, la inspección fue realizada el pasado 27 de diciembre con la participación del fiscal Reynaldo Abia, quien investiga el contrato de concesión firmado en el 2009.
Las fisuras en el concreto del túnel del megaproyecto vial Línea Amarilla -que va desde el límite del Cercado de Lima hasta San Juan de Lurigancho- tenían distancias de menos de un metro entre ellas pero el personal de la obra aseguró que ya las han reparado.
Sin embargo, cuando el equipo de la Fiscalía y la Procuraduría Anticorrupción se disponía a revisar una grieta de mayor tamaño en otra sección del túnel de Línea Amarilla, sospechosamente se fue la luz y no pudo continuar con la diligencia.
Carlos Arigoni, gerente técnico de la empresa Vinci, la nueva concesionaria a cargo del megaproyecto vial, precisó que la gran mayoría de las fisuras halladas en el túnel construido por OAS debajo del río Rímac “no tienen humedad” y no representan un riesgo.
Sobre el repentino corte del fluido eléctrico durante la inspección, el representante de Vinci dijo que no fue adrede porque no hay comunicación desde el túnel hacia afuera y que a esa hora se suspendía unos minutos la energía eléctrica pese a que la diligencia ya había sido notificada con 10 días de antelación.
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