Si bien es la madre la que más debe prepararse para la llegada de su bebé, el padre no está ajeno del proceso. Ambos sienten, esperan y desean, y lo mejor es que se complementen en este proceso de incomparable valor para sus vidas. En esta nota, una especialista comenta a Trome las recomendaciones para una maternidad saludable y segura, además indica algunos de los signos de alarma que se deben considerar de riesgo durante el embarazo,
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Toda familia quiere que su bebé nazca sanito y es incluso antes de la gestación donde deberían empezar los cuidados para dar vida. Sabrina Morales Alvarado, directora de la Escuela de Obstetricia de la Universidad Norbert Wiener, destaca que la gestación representa una etapa muy especial y de importantes cambios para la madre: el cuerpo se convierte en el nido de protección para el desarrollo del bebé, desde la concepción, hasta el día de su nacimiento.
“En este período, es fundamental el fortalecimiento del lazo afectivo madre-hijo, y procurar también la participación del padre, lo que brindará bienestar, tranquilidad y gozo a la gestante. Y, por supuesto, es importante contar con los cuidados especiales y hábitos saludables que garanticen un buen parto y nacimiento de un bebé sanito”, dijo Morales.
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El Hospital Santa Rosa, a través de su Departamento de Gineco-Obstetricia y el Servicio de Obstetricia, organiza feria informativa: ‘Pasos de la Maternidad Saludable y Segura’, que realizará el próximo miércoles 18 de mayo, de 8:00 a.m. a 12:00 m. en la avenida Sucre (frente a la puerta de Emergencias del establecimiento de salud).
La acción busca sensibilizar, motivar y comprometer a la población en general en el tema de la maternidad sin riesgos.
En el marco de la Semana de la maternidad saludable y segura, la doctora Sabina Morales destaca varios factores a tener en cuenta para la gestación libre de riesgos:
Por lo menos tres meses antes de iniciar la gestación, a través de un especialista que verifique tus condiciones de salud y pueda identificar oportunamente cualquier factor de riesgo en la gestación. En la consulta indicarán, además, el consumo de ácido fólico, desde antes de la concepción.
Es la manera más responsable de llevar una gestación saludable. Asista a todos los controles prenatales indicados por su especialista, y procure hacerlo con el papá de su bebé, para que ambos despejen dudas y, sobre todo, conozcan los cuidados esenciales que se necesitan en esta etapa.
Otro punto clave para el bienestar de la madre y el bebé. Puede haber más apetito, pero no se trata de ‘comer por dos’ ni de ceder a los antojitos. La frutas y verduras serán buenos aliados, sin obviar los carbohidratos, ya que también son necesarios. Y, por supuesto, las proteínas, por ejemplo consumiendo pescado, huevos, nueces, carnes bajas en grasa, lácteos y otros alimentos.
La hidratación también es importante (tomar agua u otros líquidos bajos en azúcar), evitar los productos envasados, empaquetados o enlatados (por su alto contenido de sodio y persevantes), los embutidos y eliminar las gaseosas y comida chatarra.
La automedicación puede afectar la salud de la madre y poner en peligro la vida del bebé. El consumo de drogas, tabaco y alcohol tampoco son recomendables, ya que se convierten en armas letales por sus sustancias químicas nocivas que absorbería el bebé y podrían llevar a malformaciones e incluso la muerte.
Nada de cigarrillos. La gestante no debe fumar, tampoco es saludable que lo haga su pareja o alguien en su entorno, pues las partículas quedan y la hacen fumadora pasiva.
A partir del quinto mes de embarazo la madre debe iniciar las sesiones integrales de psicoprofilaxis obstétrica. Le brindarán información de los cambios que ocurren en la gestación, el parto y postparto (por todo ello, también es aconsejable que acuda a las sesiones con su pareja).
Asimismo, esta preparación ha demostrado ser aliada esencial del control prenatal, contribuyendo a disminuir muchas complicaciones obstétricas pre y posnatales, preparando física y psicológicamente a la gestante para un parto sin temor y satisfactorio.
“La actividad física es también factor importante porque mejora la circulación sanguínea, refuerza los músculos (incluso los involucrados en la gestación y el proceso de parto), incrementa la flexibilidad de las articulaciones, reduce molestias, mejora el equilibrio, crea mayor seguridad, entre otras ventajas, dijo la doctora Sabrina Morales Alvarado, quien también es presidenta de la Sociedad Peruana de Psicoprofilaxis Obstétrica.
“Es importante que se realice de acuerdo a las condiciones clínicas de la madre y sean indicados por un profesional obstetra capacitado y actualizado, pues algunos ejercicios preparatorios podrían estar restringidos según el caso”, añadió la doctora Morales.
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La especialista de la Universidad Norbert Wiener también indicó que existen diversos signos de alarma que se deben considerar de riesgo durante el embarazo:
Desde 1987, las Naciones Unidas declaró cada tercera semana de mayo como ‘La Semana de la Maternidad Saludable y Segura’. Es un llamado a la acción para reducir los riesgos de embarazo y disminuir la mortalidad materna.
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