Días después de la multitudinaria marcha Ni una menos, que congregó a más de 150 mil personas que exigen frenar la violencia contra la mujer, Triska Braiman Johnson (25), quien en el 2011 fue acusada por la Policía de utilizar a su bebé para comercializar drogas, fue asesinada de un balazo en la cabeza y a golpes por desconocidos que la arrojaron en un descampado de Carabayllo.
En horas de la mañana, un vecino observó a la mujer, boca arriba, en el terreno que une la primera etapa del asentamiento humano ‘San Benito’ y la zona ‘Villa Club 2’, una zona de difícil acceso, en Carabayllo.
“Tiene un orificio de bala en la cabeza, cortes y el rostro ensangrentado. Llevaba puesta sus prendas de vestir como pantaloneta, un polo rojo y una casaca blanca manchada con sangre”, dijo un agente en Carabayllo.
Por las evidencias recogidas en el lugar y testimonios de vecinos, los policías creen que a la víctima la trajeron en una mototaxi y la abandonaron en el lugar pues nadie escuchó ruídos de algún disparo.
“Tenía las uñas de las manos y pies pintados de color rojo. No se sabe si su asesino la ubicó en alguna reunión porque no hemnos encontrado familiares pues ya no vive en la dirección que aparece en su Reniec”, precisó un efectivo en Carabayllo.
Como se recuerda, en febrero del 2011, Triska Braiman fue intervenida por las autoridades y sindicada de utilizar a su hija de 10 meses para comercializar estupefacientes. Su entonces pareja también fue intervenida.
La Policía investiga si la joven fue víctima de alguna pareja o si se trató de un ajuste de cuentas en Carabayllo.
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