El panorama en el país es preocupante. La población peruana está envejeciendo peligrosamente y no está preparada para enfrentar las consecuencias. La dependencia y la necesidad de cuidado para los adultos mayores van en aumento, pero los sistemas actuales no son suficientes para cubrir estas necesidades. Esa fue una de las principales conclusiones de la Conferencia Internacional de Sabiduría y Empoderamiento: Envejecimiento Activo en el Siglo XXI.
La Asociación Adulto Feliz (AAF), en colaboración con la Universidad Abierta de la Tercera Edad y la Maestría en Gerencia Social de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), organizó del 9 al 11 de julio este evento, donde se discutió estrategias de envejecimiento activo de manera intergeneracional.
“Las estadísticas globales y nacionales reflejan un cambio significativo en la estructura de la población. En todo el mundo, la esperanza de vida está en aumento mientras que la tasa de natalidad disminuye, fenómeno conocido como la transición demográfica, que lleva al envejecimiento acelerado de la sociedad”, se señaló en el evento.
La población mundial de adultos mayores (65 años y más) se espera que aumente de 703 millones en 2019 a 1.5 mil millones en 2050.
En América Latina y el Caribe, se estima que el número de personas mayores se triplicará, pasando de 76 millones en 2019 a 198 millones en 2050. Mientras que en Perú, la población de adultos mayores se proyecta que aumentará del 12% al 25% de la población total para 2050.
En tanto, la esperanza de vida en Perú ha aumentado a 75.5 años, mientras que la tasa de natalidad ha disminuido.
“En Perú, los fondos de pensiones privados (AFP) se están repartiendo antes de la jubilación y no existe un fondo de pensión universal proporcionado por el gobierno para toda la población adulta mayor”, advirtieron los expertos, quienes subrayaron la necesidad de un sistema integral que incluya salud, pensiones, cuidado y apoyo para asegurar una vida digna para los adultos mayores.
FALTA DE APOYO FAMILIAR
Otro tema crítico abordado en la conferencia fue la falta de apoyo familiar y social para los adultos mayores. En las metrópolis, las personas en edad vulnerable ya no pueden contar con el apoyo familiar como antes. La generación de adolescentes y adultos jóvenes (hasta 28 años aproximadamente) vive aislada, centrada en la tecnología y las redes sociales, y la compasión y el afecto hacia las personas mayores no son prioridad.
Esta situación lleva a una crisis en la población adulta mayor, con muchos enfrentando soledad, un fenómeno que aumenta su vulnerabilidad a enfermedades y pensamientos suicidas. La soledad y la falta de propósito en la vida después de criar a sus hijos y nietos son realidades alarmantes.
Por ello, los expertos reunidos concluyeron que “es fundamental que los gobiernos, las empresas, la academia y la sociedad en general se preparen de manera proactiva para abordar los desafíos del envejecimiento de la población”. En esa línea, recomendaron la implementación de políticas y programas integrales que aseguren que las personas mayores tengan una mejor calidad de vida y que la sociedad esté preparada para este importante cambio demográfico.
La jornada fue clausurada por el recién designado Rector de la PUCP, Dr. Julio del Valle, quien expresó su total apoyo al desarrollo de actividades a favor de la población adulta mayor.