La terrorista Maritza Garrido Lecca saldrá en libertad en unas horas, tras cumplir la condena de 25 años de prisión por esconder al líder senderista, Abimael Guzmán. Garrido Lecca, con 52 años, regresa a las calles que un día ayudó a destruir.
Hace casi 25 años, Martiza Garrido Lecca fue capturada en su casa de Surquillo. Ahí, tenía una escuela de danza que servía como fachada para encubrir a uno de los genocidas más grandes de nuestra historia: Abimael Guzmán.
Al ser interrogada por el servicio de inteligencia policial, Martiza Garrido Lecca negó tener relación con el movimiento terrorista 'Sendero Luminoso' o conocer a Abimael Guzmán. Ella afirmó que no sabía que la persona a la que arrendaba el segundo piso de su casa era la pareja del máximo líder terrorista.
"Defender el marxismo, leninismo, maoismo, pensamiento Gonzalo", gritó alguna vez Maritza Garrido Lecca. Ya tras las rejas, la terrorista no mostraba arrepentimientos por los actos cometidos por Sendero Luminoso. Tampoco parecía lamentar el haber escondido a uno de los principales asesinos de nuestro país: Abimael Guzmán.
"No tengo nada de que arrepentirme", dijo Maritza Garrido Lecca dos años después de su captura, cuando brindó una entrevista en 1994. Años más tarde, más envejecida, se volvió a pronunciar sobre su situación en otra entrevista. Lejos de mostrarse arrepentida y pedir disculpas, se catalogó de "estigmatizada" y se refirió a su condena como "ilegal".
"Hay un estigma sobre el tipo de delito por el cual nosotros estamos acá. Creo que se estigmatiza a la persona, se presenta una imagen de lo que nosotras no somos", dijo Maritza Garrido Lecca para una entrevista hace algunos años. Sin mencionar la palabra terrorismo ni hacer un mea culpa por los delitos cometidos y la violencia propiciada.
"Tengo sentencia de 25 años. Me subieron la sentencia ilegalmente. Justamente por presión y una campaña de opinión pública". Así se refirió Maritza Garrido Lecca a su sentencia, muchos años después de ser capturada. A pesar del paso del tiempo, ella, lejos de aprovechar las cámaras para mostrar su arrepentimiento y pedir disculpas al pueblo peruano, calificó de injusta su sentencia.
Años atrás, ella se autodenominó una "prisionera política" y aseguró no haber cometido ningún delito. "El arrepentimiento es la cuestión más baja moralmente, a mi punto de vista", dijo en la misma entrevista. Nuevamente, Maritza Garrido Lecca no mostró indicios de lamentar lo que había causado al apoyar a Sendero Luminoso y no considera terrorismo los actos criminales liderados por Abimael Guzmán.
"El que vuelva a haber un proceso de lucha armada en el país, no tiene directa relación con que personas estén o no estén en la cárcel. Eso lo dirá la historia, eso lo dirá la lucha de clases. No lo diré yo. No porque sea el deseo de una persona eso va a recomenzar o no recomenzar. Eso recomenzará cuando la historia lo determine", expresó Maritza Garrido Lecca.
"Viva el 'presidente Gonzalo'. Defender la vida del 'presidente Gonzalo'", gritó cuando fue presentada con el uniforme a rallas, enmarrocada y con la condena de terrorista. El mismo días, Abimael Guzmán era presentado al país, capturada y reducido. Él cumple ahora la cadena perpetua que le corresponde por ser el principal promovedor del terrorismo.
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