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Mario Broncano creció en el populoso barrio obrero de La Victoria, desde muy pequeño se ganaba la vida cuidando autos en el Mercado Municipal, cargaba las bolsas de las compras y con eso lograba llevar un poco de dinero a casa. Ya en la adolescencia el deseo de tener más dinero hizo que comenzara a tomar decisiones equivocadas y se apoderaba de lo ajeno, hasta que a los 12 años fue capturado por la Policía Nacional e internado en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, popularmente conocido como ‘Maranguita’.
Mario Broncano pudo ser uno de los grandes de la historia del boxeo peruano, pero su mala cabeza lo desvió del camino. Foto GEC Archivo

Mario Broncano creció en el populoso barrio obrero de La Victoria, desde muy pequeño se ganaba la vida cuidando autos en el Mercado Municipal, cargaba las bolsas de las compras y con eso lograba llevar un poco de dinero a casa. Ya en la adolescencia el deseo de tener más dinero hizo que comenzara a tomar decisiones equivocadas y se apoderaba de lo ajeno, hasta que a los 12 años fue capturado por la Policía Nacional e internado en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, popularmente conocido como ‘Maranguita’.

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Estuvo mucho años preso en la cárcel, pero salió ya con otra mira, la de la vida fácil y tormentosa a la vez. En el 2012, el ídolo en desgracia puso de manifiesto que hay momentos en que se puede caer más profundo, y fue capturado nuevamente por la Policía Nacional, inculpado esta vez, de asalto a la dueña de una bodega en el distrito de La Victoria. La Segunda Sala Penal condenó al boxeador a nueve años de prisión.
Mario Broncano, boxeador, luchador y pechador de grandes condiciones. Foto GEC Archivo Histórico

Estuvo mucho años preso en la cárcel, pero salió ya con otra mira, la de la vida fácil y tormentosa a la vez. En el 2012, el ídolo en desgracia puso de manifiesto que hay momentos en que se puede caer más profundo, y fue capturado nuevamente por la Policía Nacional, inculpado esta vez, de asalto a la dueña de una bodega en el distrito de La Victoria. La Segunda Sala Penal condenó al boxeador a nueve años de prisión.

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Pero el boxeo lo llevaba en las venas, el chico de Magdalena se proyectaba como la gran promesa del boxeo en el Perú. Inicialmente participó con mucho éxito en el Campeonato Guantes de Oro. Posteriormente en 1985 fue llamado a la preselección nacional para participar en los Juegos  Bolivarianos, pero fue separado por estar implicado en actos contra la moral. A los 19 años llegó a ser campeón sudamericano amateur de la categoría peso gallo y en 1998 estuvo a poco de viajar a las Olimpiadas de Seúl, pero los fantasmas del vicio lo traicionaron y terminó en el penal de Lurigancho.
Mario Broncano en una de sus tantas peleas saliendo triunfante. Foto GEC Archivo Histórico

Pero el boxeo lo llevaba en las venas, el chico de Magdalena se proyectaba como la gran promesa del boxeo en el Perú. Inicialmente participó con mucho éxito en el Campeonato Guantes de Oro. Posteriormente en 1985 fue llamado a la preselección nacional para participar en los Juegos Bolivarianos, pero fue separado por estar implicado en actos contra la moral. A los 19 años llegó a ser campeón sudamericano amateur de la categoría peso gallo y en 1998 estuvo a poco de viajar a las Olimpiadas de Seúl, pero los fantasmas del vicio lo traicionaron y terminó en el penal de Lurigancho.

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Tras su salida Mario Broncano buscó rehacer su vida. La llegada de sus hijos Ernesto y Carmen, parecía hacerle reconsiderar su vida de otra manera, pero cuando buscaba ganarse el sustento lejos de la delincuencia y el mal vivir, se enfrascó en una pelea con un vendedor de frutas el los alrededores del mercado, quien hizo que perdiera el ojo izquierdo y toda posibilidad de retomar su carrera deportiva, a causa de un golpe en la cara con un palo.
Mario Broncano, la vida le tenía listo el camino a la fama, pero el se encargaría de cambiarle el rumbo. Foto GEC Archivo Histórico

Tras su salida Mario Broncano buscó rehacer su vida. La llegada de sus hijos Ernesto y Carmen, parecía hacerle reconsiderar su vida de otra manera, pero cuando buscaba ganarse el sustento lejos de la delincuencia y el mal vivir, se enfrascó en una pelea con un vendedor de frutas el los alrededores del mercado, quien hizo que perdiera el ojo izquierdo y toda posibilidad de retomar su carrera deportiva, a causa de un golpe en la cara con un palo.

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Hoy Mario Broncano, con 53 años desea recuperar el tiempo perdido y sueña con volver a subirse a un ring; y asegura haber dejado las drogas hace cuatro años. Está comprometido a compartir los secretos del deportes del box a los más pequeños, para que no sigan el mal ejemplo que lo llevó a el a pasar momentos muy difíciles; y del mismo modo poder sacar adelante a su familia. Broncano marcó un antes y un después en el box peruano, ya que se consagró campeón sudamericano amateur en 1987, pero debido a los malos pasos, no pudo llegar a la fama deportiva.
Un adolescente Mario Broncano al lado de Jorge ‘Chupo’ Arriola. Foto GEC Archivo Histórico

Hoy Mario Broncano, con 53 años desea recuperar el tiempo perdido y sueña con volver a subirse a un ring; y asegura haber dejado las drogas hace cuatro años. Está comprometido a compartir los secretos del deportes del box a los más pequeños, para que no sigan el mal ejemplo que lo llevó a el a pasar momentos muy difíciles; y del mismo modo poder sacar adelante a su familia. Broncano marcó un antes y un después en el box peruano, ya que se consagró campeón sudamericano amateur en 1987, pero debido a los malos pasos, no pudo llegar a la fama deportiva.

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Su delgada figura no pasa desapercibida por las calles de Magdalena, su imagen temerosa, resalta en el barrio es Mario Broncano, el que pudo ser un grande del boxeo peruano y terminó siendo un celebre delincuente. El tiempo ha transcurrido, se acabaron los días encerrado en el penal Castro Castro, las cicatrices han quedado como marcas en su piel y él no se inmuta por ocultarlas. Como si ellas le recordaran los lugares por donde transitó, aquellos malos pasos que dio y que hoy sirven para pedir una nueva oportunidad.
Mario Broncano llegó a ser campeón sudamericano de peso gallo. Foto GEC Archivo Histórico

Su delgada figura no pasa desapercibida por las calles de Magdalena, su imagen temerosa, resalta en el barrio es Mario Broncano, el que pudo ser un grande del boxeo peruano y terminó siendo un celebre delincuente. El tiempo ha transcurrido, se acabaron los días encerrado en el penal Castro Castro, las cicatrices han quedado como marcas en su piel y él no se inmuta por ocultarlas. Como si ellas le recordaran los lugares por donde transitó, aquellos malos pasos que dio y que hoy sirven para pedir una nueva oportunidad.

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Hace muy poco tuvo un altercado con Jonathan Maicelo, ambos personajes aparecieron en la escena pública y sucedió lo menos pensado. El ex boxeador Mario Broncano visitó a Jonathan Maicelo en su gimnasio para discutir algunos temas. Sin embargo, ambos protagonistas casi terminan peleándose frente a las cámaras, no sin antes cruzar palabras de grueso calibre, como si se tratasen de jabs, directos o ganchos a la vida.
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Mario Broncano se alejó del deporte del box, para aparecer en las portadas de noticias policiales. Foto GEC Archivo

Hace muy poco tuvo un altercado con Jonathan Maicelo, ambos personajes aparecieron en la escena pública y sucedió lo menos pensado. El ex boxeador Mario Broncano visitó a Jonathan Maicelo en su gimnasio para discutir algunos temas. Sin embargo, ambos protagonistas casi terminan peleándose frente a las cámaras, no sin antes cruzar palabras de grueso calibre, como si se tratasen de jabs, directos o ganchos a la vida.

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