Marco Arana, "una mezcla de radicalismo político, ambición por el poder, ego colosal y lujos"

Apenas se enteró de que había salido electo congresista, el ‘cura’ Marco Arana desautorizó el liderazgo de Verónika Mendoza. Dijo que era una ‘vocera más’ del Frente Amplio, agrupación que obtuvo el tercer lugar en las elecciones del 10 de abril.

“Nosotros estamos afirmando una manera de hacer política que no va detrás de ningún caudillo, entonces, es importante afianzar liderazgos múltiples”, sostuvo Marco Arana.

Más de un analista ha vaticinado que esa agrupación se hará trizas más rápido que inmediatamente. Se trata de un conglomerado de organizaciones de izquierda que se juntaron únicamente para las elecciones. Nadie les daba importancia hasta que los candidatos presidenciales Julio Guzmán y César Acuña fueron sacados arbitrariamente de carrera.

El partido de más peso en ese grupo es Tierra y Libertad, de Marco Arana. Muy pocos en Lima, sin embargo, conocen la historia de este exsacerdote que en julio se convertirá en congresista de la República.

Marco Arana es un radical opositor de todo lo que es inversión en Cajamarca y en las zonas mineras y forestales del país, so pretexto del cuidado del medio ambiente. Fue uno de los principales opositores del proyecto Conga. Su vida, según quienes lo conocen, es una mezcla de radicalismo político, ambición por el poder, ego colosal y lujos.

Tiene una holgada situación económica, gracias a generosas contribuciones que recibe su ONG Grufides. El diario cajamarquino ‘El Tiempo’ reveló que Grufides recibió US$140.000 de donantes extranjeros el año 2011, precisamente cuando estalló el conflicto en Conga, donde Marco Arana tuvo un papel protagónico con el gobernador de Cajamarca, Gregorio Santos, hoy preso por corrupción.

A partir de ese momento el dinero llegó a raudales. Marco Arana –de acuerdo con la investigación de ese medio- convenció a ambientalistas europeos a seguir enviándole dólares.

Las contribuciones se multiplicaron por diez. La ONG de Marco Arana –según cifras oficiales- recibió ¡1.5 millones de dólares! entre el 2012 y el 2014. Dinero que, por supuesto, no fue a las manos de los campesinos pobres, que él dice defender. ¿A dónde fue ese dinero?

Hasta antes de pedir licencia, Marco Arana era el único sacerdote en el país que se movilizaba en una moderna camioneta 4×4 y viajaba en vuelos de primera clase.

El año 2012, Marco Arana y Verónika Mendoza fueron los principales instigadores de la revuelta antiminera de Espinar, en el Cusco, donde murieron tres personas y centenares de policías y civiles quedaron heridos.

Fue allí, en esa protesta sangrienta, donde ambos cimentaron su amistad. Mendoza renunció al nacionalismo, se unió a Marco Arana y formaron el Frente Amplio. Lo demás ya se conoce.

A partir de julio, Verónika Mendoza pasará al olvido y Marco Arana aprovechará el Congreso para hacerse propaganda. Como decía mi viejito Felipe, nadie sabe para quién trabaja.

Nos vemos el otro martes.

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