Unas recientes imágenes filtradas por las autoridades estadounidenses mostraron los restos de la bomba que utilizó Salman Abedi para inmolarse en pleno concierto de Ariana Grande en Manchester. Al parecer, el explosivo era mucho más sofisticado de lo que creían los especialistas.
Las pesquisas de los especialistas de Reino Unido y Estados Unidos indican que Abedi trasportó la liviana y poderosa bomba en una mochila Karrimor. Asimismo podría haber sostenido el detonador en su mano izquierda, según informó New York Times.
Las imágenes filtradas evidencian que el artefacto se construyó con mucho cuidado y por alguien que tenía conocimientos de explosivos, lo que indicaría que el asesino de Manchester trabajaba dentro de una cédula que ya tenía planificado el ataque. Tenía un gran número de tuercas, tornillos y pedazos de metal utilizados como metralla para lograr el mayor daño posible.
Es más, se sabe que la gran mayoría de víctimas fueron alcanzadas en un círculo casi perfecto alrededor del suicida, quien se hizo explotar en la entrada del Manchester Arena. Algunas de estas piezas quedaron incrustadas en las puertas de metal y en las paredes cercanas.
Nombrado por los medios como ‘el círculo de la muerte’, el rango de alcance del explosivo también tuvo una brecha en la que no se produjeron víctimas. Esta correspondería al cuerpo de Abedi, que contuvo parte de la explosión al ser destrozado por ella.
Además del detonador y la metralla, se encontró una batería Yuasa de 12 voltios y 2,1 amperes. Fue fabricada en Japón y costaría alrededor de 20 dólares, un dispositivo mucho más poderoso que los que normalmente se usan en las bombas caseras.
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