La Municipalidad de Magdalena del Mar informó que multará con hasta S/3.000 a aquellas personas, establecimientos comerciales o empresas que utilicen material pirotécnico en el distrito durante las fiestas navideñas y de fin de año.
Esta medida forma parte del plan de seguridad que emprende la comuna distrital con la finalidad de evitar se produzcan ruidos molestos, contaminación al ambiente y peligro en el uso de este material.
A través de una Ordenanza Municipal, se establece que la producción, venta y uso de material pirotécnico esta prohibida en el distrito, estableciendo sanciones de hasta 4.300 soles para quienes la incumplan.
A través de operativos de control permanentes, el personal de Fiscalización y de Serenazgo, acompañados de agentes de la Policía Nacional del Perú, se encargan de hacer cumplir esta norma a través de permanentes operaciones de control en las calles del distrito.
En el marco de estas acciones, se ha desplegado un grupo de 4 canes pertenecientes a la Brigada Canina del Serenazgo, debidamente entrenados para detectar material pirotécnico, cuya venta y uso se encuentra prohibida en el distrito.
Los canes formaron parte de un estricto ciclo de 2 meses de entrenamiento para lograr la detección de pólvora, principal componente de los pirotécnicos.
“Nacho” (perro sin pelo peruano), “Sicario” (pastor belga), “Ozil” y “Aquiles” (rottweilers), acompañarán al equipo de Seguridad Ciudadana de la comuna, integrado por miembros del serenazgo y de Fiscalización, a las rondas de control por las calles del distrito en esta temporada donde se incrementa la venta y uso de este material, sobre todo en la zona comercial.
Con este plan, bajo el lema de “Seguridad y prevención, con respeto y empatía”, la comuna busca además sensibilizar a los vecinos respecto a la situación mundial por efectos de la pandemia por del COVID-19 y la conveniencia de mostrar señales de celebración.
El municipio señaló que no se puede ser ajeno a los problemas que causan la activación de los detonantes entre la población más vulnerable, como los adultos mayores, enfermos, personas con autismo o síndrome de down y las mascotas, quienes merecen total atención y respeto.