Sueño cumplido gracias a dos grandes amigos. El argentino Emiliano Bisson, un argentino de 29 años que hace siete años recorre el mundo, conoció al australiano Philip Stephens en uno de los tantos viajes. El oceánico también deseaba conocer varias parte del mundo sobre su silla de ruedas; uno en especial: Machu Picchu.
Tras conocerse-por intermedio de Marcos Peluffo, un amigo de Bisson-Stephens le comentó cuál era su sueño: "Conocer Machu Picchu".
El argentino elaboró un recorrido por varios países, entre los que se encontraban Argentina, Perú, Costa Rica, Panamá, Cuba, México y Estados Unidos.
Cuando llegaron a Machu Picchu, la hazaña parecía imposible, sin embargo tanto Bisson como Peluffo ayudaron al australiano a llegar a la cima.
La primera etapa, hasta un mirador panorámico de las ruinas, duró dos horas y media. Stephens fue cargado a peso por los argentinos, subió de espaldas al camino, por lo que le impidió apreciar el paisaje. Sin embargo, cuando llegó al mirador, quedó impresionado con la ciudad inca, mientras se acomodaba en su silla.
"Subimos a Phil de espaldas hacia las ruinas, para poder sorprenderlo a último minuto. La expresión en su cara cuando lo sentamos en la silla y lo dimos vuelta, valió todo el esfuerzo. Se le iluminó la mirada. “¡Wow, ¿realmente estamos acá?”, nos dijo sonriendo", contó Bisson en entrevista con Infobae.
Al final, el camino les tardó seis horas y media para cumplir el objetivo final. Durante el trayecto hasta la cima de Machu Picchu, también recibieron la ayuda de dos italianos, que cargaron sus cosas.