Había una vez un rey malvado que vivía escondido en un pueblito de Asia, su nombre era Coronavirus. Un día, cuando la gente se descuidó, él pudo salir a las calles. Desde ahí empezó a enfermar a todos los que tocaba a su paso. Incluso, tomó un avión y recorrió todo el mundo. Las personas empezaron a tener fiebre, dolor de garganta y cansancio.
Por suerte, nuestros superhéroes, los doctores, nos dijeron qué hacer si teníamos estos síntomas: “Deben quedarse en casita por 14 días, seguir nuestras recomendaciones y tener paciencia; pronto estarán bien”, aconsejaron. Entonces, para evitar que el rey Coronavirus siga enfermando a la gente, se decidió cerrar los colegios, parques y centros comerciales, y no dejar salir a la gente a ciertas horas. Todos nos pusimos muy tristes porque ya no veríamos a nuestros amigos. Pero a la vez entendimos que solo sería por un tiempo.
Nuestros superhéroes nos dieron cuatro armas para luchar contra este rey malvado, estas eran:
- Lavarse las manitos con agua y jabón mientras cantamos nuestra canción favorita.
- No saludar con besos y abrazos.
- Al toser o estornudar hacerlo con el codo, no con las manitos.
- Y seguir los consejos que nos dan los adultos.
Lamentablemente, hay personas que no cumplen las reglas y, por ellas, el rey Coronavirus sigue avanzando. Pero no perderemos la batalla contra él porque los doctores están buscando cómo pararlo y regresarlo a su escondite. Mientras tanto, hagamos caso y quedémonos en casita con nuestra familia.