LinkedIn es una de las herramientas digitales más utilizadas en los últimos años por los profesionales que buscan ampliar su red de contacto y, sobre todo, que se encuentran en la búsqueda de una oportunidad laboral. Y si bien sirve para crear tu propia marca personal, utilizarlo de la manera incorrecta podría llegar a mostrar una parte negativa de ti.
Actualmente, LinkedIn es la mayor red profesional del mundo y cuenta con más de 150 millones de usuarios en más de 200 países y territorios. Al ser una red social profesional, lo que encontrarás en la plataforma son empresas y profesionales que buscan promocionarse, hacer networking y negocio, así como personas que buscan ampliar su red de contactos.
LinkedIn también es una herramienta útil cuando se trata de dar a conocer tu nombre frente a las personas adecuadas; asimismo, puede ayudarte a la hora de solicitar puestos de trabajo. En ese sentido, el uso que le des es un reflejo no solo de tu perfil profesional, sino de cómo eres personalmente.
Las empresas, o responsables de Recursos Humanos, pueden ver a través de tu actividad en LinkedIn comportamientos y características de las que no eres consciente. Conoce cinco aspectos negativos que LinkedIn puede revelar sobre ti:
NO TE APASIONA TU TRABAJO
Las palabras que usas para describir tu trabajo dejan claro si te gusta realmente o no. El entusiasmo y la energía con la que comunicas tu profesión revelan si te sientes conectado con lo que haces. Cuando lees el perfil de LinkedIn de una persona realmente comprometida con su trabajo, te das cuenta de ello. Además, hacen que parezca el mejor empleo del mundo.
NO SABES LO QUE BUSCAS
Un error muy común en LinkedIn es encabezar tu perfil con una frase como “en busca de oportunidades” o “buscando trabajo”. Tu perfil no tiene que centrarse en tus carencias, sino en tus fortalezas. Lo primero que deberían leer las personas que entren a tu perfil es una idea clara de quién eres como profesional y por qué deberían contratarte.
TU TRABAJO NO APORTÓ NADA
No escribas cosas básicas y cortas (pero tampoco te excedas) de tus tareas laborales pues los empleadores pensarán que, en realidad, esas tareas las realizabas sin ningún tipo de entusiasmo y, lo peor de todo, es que no ayudaste a las empresas a progresar. Asegúrate de explicar el impacto que tuvo tu trabajo en la organización. En otras palabras, céntrate en los resultados.
NO TIENES FOTO DE PERFIL
Entre 530 millones de usuarios activos, un perfil sin foto es prácticamente inexistente. ¿No tienes puesta una foto? Entonces te estás escondiendo. No esperes que las empresas u otros profesionales se paren a conocer más de ti. Muestra que eres importante con una foto adecuada: de frente, sonriendo, con ropa formal.
NO CONOCES TUS FORTALEZAS
En tu página de LinkedIn necesitas mostrar qué te diferencia del resto, qué hace que tu perfil sea sorprendente, quién eres y qué has hecho en tu vida laboral. Cuando un reclutador lee tu perfil tiene que quedarse con tus puntos fuertes. Destácalos aunque dejes otros fuera. Un truco para definir tus fortalezas es anotar las cosas que te convierten en la persona que eres: tu cultura, tus logros, tus relaciones, tus fracasos, tu familia.