En solo 30 horas, diferentes distritos de Lima Metropolitana se convirtieron en sangrientas escenas del crimen a causa de balas disparadas, en su mayoría, por sicarios. Diez personas, algunas con antecedentes policiales, fueron las víctimas. Diversas unidades de la Policía ya están tras los pasos de estos asesinos.
El primer caso ocurrió a las ocho de la noche del miércoles, Carlos Seminario (67) fue asesinado en la oficina principal de la playa de estacionamiento que administraba, en el jirón Amazonas, en el Callao. Sicarios le dispararon más de seis veces.
Casi a la misma hora, pero en Chorrillos, el padre de familia William Audante (33) fue acribillado a balazos por sicarios enviados por la mafia venezolana ‘Tren de Aragua’. El hecho fue en el asentamiento humano ‘Túpac Amaru’. Vecinos y comerciantes que trabajan a pocos metros de la escena del crimen denunciaron que son extorsionados por esta banda extranjera.
Días después de haber llegado de Ecuador para trabajar como mototaxista, el joven Abel Yesquén (18) también se convirtió en otra víctima. Él hacía sus labores cuando se desató una persecución que terminó en balacera. Sus familiares dijeron que el autor sería un policía que perseguía a un grupo de delincuentes, uno de los cuales resultó herido en la pierna. El hecho ocurrió la noche del miércoles en el asentamiento humano ‘Hijos de Grau’, en Ventanilla.
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También en el Callao, antes de las 10 de la noche, Rusbel Méndez (29), fue baleado ocho veces en cabeza y pecho por sujetos que se desplazaban en mototaxi y moto lineal. Fue frente al parque B del asentamiento humano ‘Juan Pablo II’, Callao. En este caso, la Policía intervino a un sospechoso que era el conductor de la mototaxi. El occiso estaba requisitoriado por tentativa de homicidio y fue detenido por tráfico de drogas en el 2016.
Antes de la medianoche del jueves, Rolando Paredes (46), vigilante de un bar, fue atacado a tiros en el local que trabajaba ubicado entre las avenidas Dominicos y Canta Callao, San Martín de Porres. Los pistoleros entraron al local y abrieron fuego contra él. Murió en el lugar,
Ya, en horas de la madrugada del jueves, el taxista, Edgar Cusihuamán (45), fue víctima de una bala perdida disparada cerca de su casa, en Independencia. Extorsionadores detonaron una bomba molotov en la puerta de una vivienda donde se efectuaba una reunión. Del interior habrían salido sujetos que dispararon desatando una balacera con los que lanzaron el explosivo. El padre de familia acababa de salir de su casa para dejar a su hijo en el paradero.
En horas de la mañana, en Comas, en la avenida Héroes del Alto Cenepa, Luis Sugaray (34), dueño de un restobar, fue acribillado a balazos luego de tomar desayuno en una carretilla, Los autores llegaron y huyeron en una moto lineal.
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El jueves, a las ocho de la noche, dos ciudadanos venezolanos, que acababan de llegar de Chile, tomaron un taxi en la avenida 28 de Julio, Cercado de Lima, para ir al sector ocho de Villa El Salvador, pero al llegar fueron asesinados luego de bajar del vehículo con sus maletas. El autor intelectual o material sería la persona que los estuvo guiando hasta ese punto. Al parecer, también sería venezolano.
Por último, en la madrugada, en San Juan de Lurigancho, en la parte media de un cerro, un joven, que sería extranjero, fue abatido de tres balazos en el rostro. Al cierre de edición no ha sido identificado. Su cuerpo fue hallado hoy en la mañana.
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