Las Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL) de Lima Metropolitana han destituido a 145 docentes y trabajadores administrativos implicados en delitos de violencia sexual durante el periodo 2017-2018, informó el Ministerio de Educación.
La titular de la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (DRELM), Katherine Alva, precisó que la destitución se dio en el marco de la Ley N° 29988, la Ley del Servicio Civil N° 30057 y la Ley de la Reforma Magisterial N°29944, cuyo artículo 84° inhabilita de manera permanente el ingreso o reingreso al servicio público a nivel nacional.
En esta lista de destituidos figuran servidores de las 7 UGEL de Lima Metropolitana, de los cuales 109 son docentes y 36 son trabajadores administrativos, según lo dispuesto por sus oficinas de recursos humanos, comisiones permanentes de procesos administrativos disciplinarios para docentes y secretarías técnicas de procedimientos disciplinarios de la Ley Servir.
Todos ellos serán reemplazados por nuevo personal contratado para no afectar el normal dictado de clases durante el año 2019.
Alva resaltó la labor pedagógica de directivos, docentes y coordinadores de redes educativas contra la violencia e invocó a intensificar las campañas de prevención y a continuar con los reportes y alertas para evitar estos hechos y cautelar la integridad de los estudiantes.
Además, precisó que los directores deben cumplir con los protocolos de atención y disponer la separación del presunto agresor informando a la UGEL correspondiente cuando exista una denuncia administrativa y/o judicial por presunto delito contra la libertad sexual en agravio de cualquier estudiante.
La funcionaria recordó que el Ministerio de Educación (Minedu), la DRELM y las UGEL de Lima Metropolitana han puesto a disposición de la comunidad educativa la plataforma digital SíseVe (www.siseve.pe) y la línea telefónica de orientación 0 800 13687 para reportar cualquier tipo de violencia (sexual, psicológica y física).
Finalmente, Alva enfatizó que desde el Minedu se ha priorizado el fortalecimiento de la infraestructura emocional con el objetivo de promover escuelas seguras, libres de violencia y que protejan a los niños y adolescentes.