¿Sabe si el producto que estás comprando es realmente leche? ¿O si tus marcas favoritas de alimentos son lo que dicen ser y no ocultan o disfrazan otros elementos en su composición? En la siguiente nota te explicaremos, trome, los pasos a seguir para reconocer si lo que estás llevando a tu casa con mucho esfuerzo es el producto que realmente quieres y buscas.
En el caso de la leche, se denomina como tal a la secreción normal de animales lecheros obtenida por ordeños como la que sale de la ubre de la vaca. Es decir, lo que no se obtiene de esta manera, es un producto lácteo y eso es lo que ocurre con los productos Pura Vida del Grupo Gloria y de otras compañías como Nestlé, que también enfrenta una serie de cuestionamientos.
Para Geraldine Maurer, nutricionista de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), no se puede obtener leche de un vegetal como por ejemplo la soya y poner la imagen de una vaca en el etiquetado, como hace Pura Vida, es inducir al error al público consumidor ya que uno piensa que está comprando una cosa pero en realidad compra otra.
“No se le puede considerar leche, entonces le han quitado por ejemplo proteínas de buena calidad y le han añadido proteínas vegetales, que son de menor calidad. Entonces aquel niño o persona que va a consumir esta leche está consumiendo una proteína de menor valor biológico, casi es un producto vegetal más que un producto animal”, precisó a 90 Matinal.
Pero, ¿cómo podemos hacer para comprar un producto que sí es considerado leche? Según la nutricionista de la Aspec, en lo primero que tenemos que fijarnos es en el envase, que debe decir claramente la palabra leche dentro del diseño de la etiqueta. Segundo, leer el descriptor del producto –que siempre aparece en letras pequeñas– y que coincida con lo que buscamos.
Otro dato a considerar es que la leche puede venir en tres presentaciones (polvo, evaporada o fresca) y si buscas la mejor opción, para la especialista de Aspec la elegida de lejos siempre será la leche fresca y aclara que no es necesario consumir tres vasos al día, como anuncian varias conocidas marcas en sus comerciales.
Pero estos consejos no solo sirven para saber si la leche es verdaderamente leche, ya que productos como el chocolate, el yogurt, la mantequilla o el queso a veces no son estrictamente lo que dicen ser ya que cuando se hacen reemplazos en los componentes lo transformas en otra cosa.
La asociación de consumidores Elegir se encuentra elaborando una relación de productos que se publicitan de una manera pero que en realidad no tienen todos los componentes para llevar el nombre y buscan engañar al consumidor, tal como ha ocurrido en la polémica de Pura Vida del Grupo Gloria.
Carlos Zúñiga, representante de la mencionada asociación, puso como ejemplo el caso del queso Cheddar, que –según dijo– “podría no ser queso sino solamente decir Cheddar y que Cheddar sea una marca registrada y nosotros podríamos estar comiendo papel sin saberlo”. “Eso se llama engañar, no hay otro nombre para eso”, añadió.
El experto de la asociación de consumidores Elegir recomienda al público leer bien las etiquetas de los productos que encontramos en los anaqueles y saber reconocer si nos están tratando de dar gato por liebre. Por lo pronto, Indecopi ya tomó cartas en el asunto y verifica si los componentes que detallan estos productos son lo que realmente ofrecen.
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