
Cuando se trata de comer, el peruano no se complica: cocina lo que tiene al frente. Puede agarrar una tripita de pollo y convertirla en aperitivo sabroso. Así nació este potaje callejero, bien criollo y sabrosón, que la señora Yolanda Alcaraz Cárdenas prepara con amor desde hace más de 30 años. Ella heredó la sazón de su suegra, doña Anatolia Montero, a quien rinde homenaje con cada porción que sirve en su pequeño local en Ate Vitarte.

El puesto se llama “Yola y sus Tripitas” y es conocido por sus platos bien contundentes y con harto sabor. “A mí no me enseñó ningún chef, todo lo aprendí de mi suegra y ahora le he metido mi toque personal”, cuenta la señora, quien se luce con sus famosas tripitas.
El plato consiste en un porción generosa de tripitas, con papita, mote y ensalada. También ofrece el famoso “tripachaufa”, que lleva tripitas más doradas acompañada por chaufa. El plato cuesta desde los 7 hasta los 10 soles, con refresco incluido. También vende chanfainita con tallarín, caldito de mote y su infaltable sarza de patita de cerdo. Cocina desde las 6:30 de la tarde hasta pasada la medianoche. “A veces me quedo hasta la una y treinta de la mañana. Acá nadie se va sin comer”, dice con orgullo.

Pero la cosa no queda ahí. Otro detalle que hace diferente su pequeño, además de tener todo muy limpio, es la variedad de ajíes que ofrece; hay siete tipos: rocoto rojo, verde, con queso, el de pollería que no pica, y hasta el charapita. “Me gusta que el cliente se lleva un sabor de casa, por eso siempre me espero en preparar la tripita y los ajíes”, comentó.
SEPA QUE:
Gracias al impulso de su hija Cristel, hoy puedes encontrarla en TikTok, Facebook e Instagram como Yola y sus Tripitas.








