En la madrugada de este viernes, se reportó la muerte de Raúl Enrique Sánchez Córdova, quien asesinó a cuchilladas a su abuela y a la cuidadora de esta, el último jueves 7 de octubre dentro de una vivienda situada en La Molina. Él estaba en las instalaciones de la Dirincri cuando se suicidó lanzándose del octavo piso.
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Según el noticiero América Noticias, el sindicado doble homicida de 25 años se habría quitado la vida lanzándose del octavo piso del edificio de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), ubicada en la avenida España, centro de Lima.
El matinal indicó que, de acuerdo con información policial, Sánchez Córdova había pasado por algunas pericias como la psicológica y estaba en manos del área de Homicidios. Mientras, el hombre era trasladado a una carceleta dentro de la Dirincri forcejeó con los policías y se arrojó del piso 8. Hasta el momento no se precisa el número de agentes PNP que lo custodiaban, agregó el citado medio.
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Por su parte, el programa 90 Matinal de Latina detalló que hasta el momento, no han llegado familiares de Raúl Sánchez a la sede policial. En tanto, añadió que se procedió con el levantamiento del cadáver a cargo del Ministerio Público.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, a cargo de detectives de la División de Investigación de Homicidios de la Dirincri, el hecho ocurrió a las 8:00 a.m. en el condominio ubicado en la avenida Los Datileros 155, en la urbanización Monterrico, en La Molina, donde hay cuatro casas que están distantes una de otras, todas de una sola familia.
En una de las cuatro casas vivía la matriarca, Yolanda Alejandrina Corrales Corrales (86), con su cuidadora, Regina Mamani Quispe (67). Esta última llevaba trabajando 18 años para la primera.
Las mujeres estaban solas. Raúl Sánchez se dirigió a la casa de su abuela e ingresó, al parecer, sin ningún problema, esto a decir de los agentes porque no han encontrado signos de violencia en la puerta.
El muchacho habría cogido un cuchillo de la cocina de su abuela lo que alarmó a las dos mujeres de tercera edad debido a otros episodios de violencia de este y temían que les hiciera daño. La trabajadora del hogar, Yolanda Corrales, se lo hizo saber a una de sus hijas a la que llamó por celular para decirle que Raúl Sánchez estaba violento y tenía un cuchillo, por lo que estaba pidiendo ayuda.
La abuela y la cuidadora, para salvaguardar su integridad, se encerraron en una habitación, pero no sirvió de nada. Raúl Sánchez entró y las atacó a cuchilladas hasta causarles la muerte.
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