De seguro a muchos colaboradores les ha pasado que cuando llega la tarde en su organización, después de la hora de almorzar, las energías con las que empezaron el día empiezan a decaer y sienten que por más esfuerzo que realicen, completan su trabajo a la expectativa que termine de una vez.
Aunque normalmente la jornada laboral es de 8 a 9 horas, un estudio reveló que casi la mitad de empleados puede cumplir sus actividades en cinco horas o menos, demostrando que estar sujeto al horario establecido no es el más adecuado.
De acuerdo a una encuesta realizada por The Workforce Institute en Kronos Incorporated a casi 3.000 empleados de ocho países, casi la mitad (45%) de los trabajadores a tiempo completo dijo que debería tomar menos de cinco horas por día hacer sus labores si trabajaran sin interrupciones. Incluso, un 72% indicó que trabajaría cuatro días o menos por semana si el salario se mantuviera constante; sin embargo, un 71% señaló que el trabajo interfiere con su vida personal.
Ante esta realidad surge la interrogante: ¿cuántas horas se debe trabajar al día, tomando en cuenta que el desempeño y productividad debe ser el mismo o superior al que siempre ha tenido un colaborador? En LinkedIn, el profesor de Wharton Adam Grant ofreció una respuesta estimulante a esta pregunta.
Para el especialista, la jornada laboral debe culminar a las 3:00 p.m. “Podemos ser tan productivos y creativos en seis horas enfocadas como en ocho horas fuera de foco”, publicó el portal Inc.
Esto en respuesta a un artículo de Atlantic donde menciona que el día escolar culmina dos horas antes del final de la jornada laboral, haciendo que los padres de familia tengan preocupaciones, a parte del trabajo, por el bienestar de sus hijos como la búsqueda de una guardería para llenar esas horas. “En lugar de alargar los días escolares, acortemos los días de trabajo: deberían terminar a las 3 p.m.”.
El especialista señala que existen varia razones para que se disminuya la cantidad de horas de la jornada laboral. Primero, porque a los padres, especialmente a las madres, les encantaría pasar más tiempo con sus hijos y estar al pendiente de lo que realizan.
Segundo, debido a la existencia de una caída en los niveles de energía al final del día, lo mejor sería dejar al colaborador dedicar ese tiempo en mejorar su calidad de vida, en lugar de hacerle poner todo su esfuerzo en algo que hará por cumplir.
Y tercero, que salir temprano libera tiempo para dedicarse a otras actividades que lo estimulen de manera personal como practicar ejercicios, leer un libro, estudiar algo o pasar horas con amistades o familia.
Estas acciones vuelven a un colaborador más productivo porque sentirá que le alcanza tiempo para todo y llegará al día siguiente al trabajo con ganas de lograr muchas cosas y sus niveles de productividad se incrementarán.