En una oficina hay de todos, desde excelentes trabajadores, buenos y malos; hasta supervisores, jefes o gerentes buenos y otros pocos profesionales. Pero a pesar de sus actitudes pueden ser tratados con respeto y recibir lo mismo por parte de ellos; sin embargo, con quienes es casi imposible mantener una relación amical o profesional, son los llamados jefes tóxicos, esos que son capaz de crear un complicado ambiente laboral. Son capaces de ‘quemar’ a sus trabajadores con carga laboral sin recibir reconocimiento alguno. Son los que no saben manejar un grupo de colaboradores, porque al fin y al cabo él es el jefe y él tiene la última palabra.
Pero, ¿qué es ser un jefe tóxico?
El portal Entrepreneur, web dedicada a las empresas y a todo lo que ello engloba, los describe a un jefe tóxico como un sujeto que no sabe dirigir a su equipo de trabajo, y lo hace implacablemente, sin tener en cuenta al individuo.
Asimismo, dan ciertos resultados a fuerza de maltratar a sus equipos, por lo que son respetados en las empresas por los líderes a pesar de su falta de respeto por los que están debajo de ellos en la jerarquía de poder.
Suelen ser trabajadores inteligentes, capacitados, y se impacientan si las personas son lentas o calmadas. Tienden a descargar su frustración e irritación en las personas que los rodean porque carecen de inteligencia emocional y son ajenos al impacto que tienen para las personas que los rodean.
Los jefes tóxicos te hacen sentir mal contigo mismo, señala Entrepreneur. No tienen problemas para regañar a alguien en público, y lo hacen muy seguido.
¿Qué puedes hacer entonces cuando tienes un jefe tóxico? Si bien la situación se torna muy difícil, lo recomendable es salir lo más pronto posible de ese entorno tóxico. Generalmente, renunciar a un trabajo suele costar mucho, sobre todo porque encontrar un nuevo trabajo en la actualidad de mucho más complicado. En ese sentido, les dejamos con algunas opciones que puedes considerar cuando trabajas con jefe así.
Antes tomar alguna acción, date un tiempo para analizar la situación. ¿Solo tú piensas que tu jefe se está comportando fuera de lugar? ¿Qué piensan tus compañeros al respecto? ¿Alguien más se ha quejado formal o informalmente? Si la actitud de tu jefe está aislada de un pequeño grupo de personas, intenta comprender cuál es la dinámica de ese grupo de personas.
Toma nota de los incidentes al detalle. Toma nota de todo. Si la situación es tan seria como para querer dejar la empresa, podrías necesitar estas evidencias para defender tu liquidación. Si decides discutir formalmente la situación con alguien en la empresa, asegúrate de estar fundamentado en hechos y no en las emociones.
Si tus compañeros de trabajo también consideran que la situación no está justificada, anímalos a documentar detalles específicos también.
Haz todo lo que puedas para mantener la calma, porque lo que menos quieres es que esta persona tóxica te convierta en uno. Si te grita y te sientes incapaz de responder con calma, respira hondo u hazte una pregunta, esto puede hacer que regreses a la parte mental de tu proceso de pensamiento.
Probablemente estarás pensando muchas cosas malas que están impactado tus emociones. Aprende cómo interceptar esos pensamientos negativos improductivos y a identificar lo que esa emoción oscura está tratando de decirte. Concéntrate en lo que puedes hacer para recuperarte cuando ha recibido un golpe emocional.
Saber que estás trabajando para encontrar una solución y dejar todo esto atrás puede ayudarte a ser más paciente frente a las frustraciones del día a día.
Finalmente, reconoce que por culpa de esa persona tóxica estás experimentando angustia emocional de forma regular y que esto te afecta tanto física como mentalmente. Lo mejor es cuidarse y evitar seguir en esa situación.
Contenido GEC