Manila [EFE]. Nueve personas han muerto y una se encuentra desaparecida tras el terremoto de 6,9 que sacudió el domingo la isla de Mindanao, al sur de Filipinas, donde incluso hasta ahora se viven las réplicas. Además, los heridos por el fuerte sismo suman 111, según el último recuentro publicado hoy por el Consejo Nacional de Emergencias y Reducción de Riesgo de Desastres.
Como se recuerda, el epicentro de seísmo se localizó en la provincia de Davao del Sur, a unos 9 kilómetros de la localidad de Padada, donde el mercado municipal se derrumbó y causó la muerte de tres personas.
Las autoridades descartaron que hubiera más víctimas entre los escombros, pese a que inicialmente se pensó que había otras seis personas atrapadas. El resto de víctimas mortales se registraron en las localidades de Matanao, Magsaysay, Hagonoy y Malita, en la provincia de Davao del Sur; mientras que el desaparecido es de la provincia de Sarangani.
Más de 9.700 personas están evacuadas tras la sacudida del domingo, que destruyó totalmente 74 viviendas y 125 de manera parcial, y provocó daños en 41 infraestructuras públicas, 128 escuelas y 19 centros de salud.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs) ha registrado hasta el momento más de 700 réplicas, de las que 70 fueron perceptibles. Los temblores se han producido en la misma región que en octubre sufrió tres fuertes terremotos de magnitud superior a 6 y que causaron una treintena de muertos.
Filipinas se asienta sobre el llamado ‘Anillo de Fuego del Pacífico’, una zona que acumula alrededor del 90% de la actividad sísmica y volcánica del mundo, y que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.