Esta semana Rusia se ha visto conmocionada por insólitas noticias que nos pusieron la piel de gallina. Y es que después de que un hombre con esquizofrenia decapitara a una bebé de 18 meses y se paseara con su cabeza en plena calle, un nuevo caso que involucra sangre, muerte y desequilibro mental llega para revolvernos el estómago.
La policía rusa detuvo en Krasnodar, una ciudad al sur de Rusia, a una pareja de caníbales sospechosa de haberse comido entre siete y 30 personas. Al parecer, hicieron conservas con los cuerpos de sus víctimas en los últimos 18 años.
Según información del Comité de Instrucción consignada por NTV, hace unos días las autoridades arrestaron a un hombre de 35 años relacionado con el hallazgo de un balde con restos humanos. Todo indica que también le pertenecía un paquete con fragmentos diseccionados de un cuerpo de mujer.
Los miembros fueron descubiertos en una escuela de aviación de Krasnixar. Allí, un obrero que trabajaba en la carretera encontró un teléfono celular con imágenes de partes de un cuerpo humano. De inmediato dio aviso a las autoridades.
La misma fuente reportó que más tarde también fue detenida la esposa del supuesto come humanos. La pareja operaba en la región desde 1999 y se sospecha que pudo cometer múltiples asesinatos para saciar sus instintos caníbales.
Varios medios locales reportaron que la polémica pareja elaboraba conservas con los cuerpos de sus víctimas. Asimismo, guardaban paquetes congelados de carne para que los insumos les duraran por más tiempo.
Según lo que trascendió de los interrogatorios, la pareja de caníbales reducía a sus víctimas con éter para luego asesinarlos, diseccionarlos y prepararlos como alimento. Sin embargo, esta versión no ha sido confirmada por las autoridades.
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