Al menos seis personas murieron y otras 74 resultaron heridas en un descomunal incendio en Nothing Hill, Londres, según informó la policía este miércoles. El siniestro tuvo lugar en un edificio de 27 pisos que albergaba 120 viviendas.
Los bomberos lucharon durante horas contra las llamas que salían de las ventanas de la parte lateral de la Torre Grenfell. El humo podía verse a millas de distancia y la jefa de los bomberos, Dany Cotton, afirmó que fue un ‘incidente sin precedentes’.
Varios testigos dijeron haber visto a gente saltar desde los pisos más altos. Una mujer afirmó que divisó a un hombre atrapar a un bebé que habían arrojado desde una ventana ‘en el noveno o décimo piso’. En la misma línea, otro testigo contó a Press Association que a las dos de la madrugada vio a un padre lanzando a dos niños desde una ventana del quinto piso.
Asimismo, otros testigos comentaron que vieron a personas usar linternas y celulares para hacer señas y pedir ayuda desde los pisos más altos del edificio. ‘Vimos a la gente gritar. Mucha gente pedía ayuda, la brigada de bomberos solo pudo ayudar abajo, el fuego subía y no podían detenerlo’, dijo Nassima Boutrig, una mujer que vive en frente del conglomerado de viviendas.
En declaraciones a la BBC, los vecinos se denunciaron que solo había una ruta de escape para todo el edificio. Asimismo dijeron que las alarmas de incendio nunca sonaron.
Según The Guardian, los residentes del lugar aseguraron que habían advertido a los propietarios de la torre sobre los riesgos de incendio. En el 2013 exigieron mejoras después de un periodo de subidas de tensión por cableado defectuoso.
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