En agosto de 2016, Anthony Seward sufrió debido a una máquina que no fue reparada a tiempo por los dueños de una fábrica en la que trabajaba. La mano, se quedó atascada entre dos tubos a una presión industrial.

Ha pasado un año desde el terrible accidente. Los especialistas del hopital Southmead  cosieron la mano de Anthony Seward a su vientre, con la intención de darle un revestimiento de piel y continuar el flujo sanguíneo.

Esta intervención también se uso durante la Segunda Guerra Mundial.  "Ahora es raro ver heridas que necesiten este tratamiento", explicó el médico que participó en la cirugía, James Henderson a la BBC. 


Tres semanas después del accidente, los médicos empezaron este tratamiento porque un transplante de piel no sería suficiente.  "Quiero agradecer a los médicos, paramédicos y enfermeros que me trataron. Hicieron un trabajo fenomenal", señaló Anthony Seward. 

El joven se recupera lentamente, pero se siente mortificado porque perdió su trabajo en la fábrica. Anthony Seward explica que estableció un litigio judicial con la empresa para lograr una compensación. Los dueños de este establecimiento afirman el accidente pudo evitarse, pero las condiciones del equipo no eran adecuadas. 

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