“La muerte no avisa” parece ser una expresión tan cierta y muchas veces causa gran dolor porque coge desprevenido y se dejan cosas inconclusas. La muerte de los jóvenes se lamenta mucho más por ese motivo, porque estaban en camino a algo que queda truncado. Debe ser ese el motivo por el cual ha sorprendido tanto la muerte de una quinceañera en México.
En Monterrey, Nuevo León, la adolescente Angela Monserrat se encontraba disfrutando la fiesta de quince años junto a su familia y amigos. La música y la comida estaban tan bien como el lugar, el cual les gustó a todos por tener una piscina. Sin embargo, este espacio sería el último lugar al que cumpleañera llegaría.
Ella realizaba su salida del lugar, se resbaló, pero se cogió de un poste de luz para no caerse. Un mal movimiento, una mala decisión. Angela Monserat recibió una descarga eléctrica, gritó y luego cayó.
La quinceañera perdió la vida al instante y todo los invitados a la fiesta presenciaron el tráfico hecho. Para cuando los paramédicos llegaron al lugar, ya había sido muy tarde.
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