Muchas personas a lo largo y ancho del mundo desean parecerse a la hermosa Kim Kardashian. Y es que su figura de infarto y sensualidad tienen obsesionadas a millones de mujeres, como fue el caso de Latesha Bynum de 31 años y residente de Nueva York, Estados Unidos.
Bynum decidió que quería modificar su cuerpo para ser igual que su ídolo Kim Kardashian. Es así que acudió al mercado negro para inyectarse una sustancia que supuestamente le agrandaría el trasero.
Sin embargo, el dudoso procedimiento terminó por resultarle mortal. Pasados 12 días de su intervención, la mujer se empezó a sentir rara, muy mareada y con un intenso dolor en el pecho.
Según la Policía y el Departamento de Salud de la Ciudad de Harlem la mujer, quien dejó a dos hijos en la orfandad, se sometió a una dudosa intervención para aumentarse las nalgas el pasado 15 de julio en un departamento de Manhattan. Al parecer todo iba bien durante los primeros días de recuperación.
Es más, según su propio hermano en declaraciones a la CBS, Bynum siempre estuvo en manos de profesionales. ‘Tenían licencias y se suponía que sabían lo que hacían. Es un incidente muy trágico’, aseguró.
Cuando Bynum regresó a casa después de la operación se sintió tan bien que no dudó en colgar fotografías de su nuevo trasero en su cuenta de Facebook. Sin embargo, pasados 12 días, comenzó a sentir mareos y un fuerte dolor en el pecho. Fue allí que decidió llamar al 911.
Cuando los paramédicos llegaron, la trasladaron al Hospital Mount Sinai St Luke’s, donde confirmaron su muerte cerebral y la desconectaron de las máquinas que la mantenían con vida. Finalmente murió el pasado viernes para pesar de sus familiares.
Según Michael Desouza, uno de los inquilinos del edificio donde operaron a Bynum, nunca sospechó que allí se realizaran ese tipo de peligrosos procedimientos. ‘Conozco a varias personas en este bloque y jamás pensé que alguien pudiera hacer algo así. Todos los que vivimos aquí somos gente buena y amable’, aseguró al New York Post.
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