Roma. Seis jóvenes alemanes murieron y otros once quedaron heridos al ser atropellados por un automovilista ebrio. El hecho se dio cuando todos los perjudicados salían de una discoteca a las 01:15 de la madrugada de este domingo en una localidad de montaña en el norte de Italia.
Tras haber pasado la velada en una discoteca, el grupo de turistas alemanes bajó de un autobús que los llevó a su hotel, cuando un coche llegó a gran velocidad los embistió. Algunos fueron proyectados a decenas de metros.
Seis jóvenes -entre 20 y 25 años de edad- murieron en el acto y otros once -nueve alemanes y dos al parecer originarios de la región del Alto Adigio- fueron heridos, dijo un responsable de los bomberos de Lutago.
Dos personas, en estado de máxima gravedad, fueron trasladadas al hospital de Innsbruck (Austria), a medio centenar de kilómetros. Las otras nueve fueron internadas en hospitales italianos en las localidades de Brunico, Bolzano y Bressanone.
Los carabineros de Bolzano, capital de Alto Adigio, identificaron al automovilista como un hombre de 27 años residente en la zona y señalaron que fue inculpado de “homicidios y heridas graves en carretera”, según un comunicado.
Consultado por la AFP, el mando de los carabineros precisó que el hombre tenía una tasa de alcoholemia entre 1,9 y 2 g por litro de sangre, cuatro veces superior al límite autorizado (0,5 g/l).
“Escenario dantesco”
“El Año Nuevo se inicia con una tragedia, estamos con las víctimas y sus familias”, dijo a la prensa el gobernador del Alto Adigio, Arno Kompatscher, una región germanohablante que cuenta con una amplia autonomía y conocida por los austriacos como Tirol del sur. Un total de 160 socorristas fueron movilizados al lugar del accidente, según un comunicado de los bomberos de Lutago.
Helmut Abfalterer, uno de los primeros bomberos en llegar a la zona, pensaba al principio intervenir “en un accidente de tráfico con víctimas que quedaron atrapadas”, pero luego encontró un “auténtico campo de batalla”, explicó al diario italiano Corriere della Sera. “Incluso los rescatistas más expertos quedaron conmocionados”, agregó.
“Es un escenario dantesco. Gente en el suelo, gritos y dolor, una tragedia, no hay palabras”, describió por su parte la recepcionista de un hotel de la zona, interrogada por el mismo periódico. El conductor del autobús de los turistas alemanes contó que tras ver cómo se acercaba un auto a gran velocidad, le hizo señales con las luces, pero fue en vano. “Vi en mi retrovisor como estos pobres jóvenes volaban por los aires”, dijo al Corriere della Sera.
En Berlín, el ministro de Relaciones Exteriores indicó que el consulado alemán en Milán (noroeste de Italia) estaba “en contacto estrecho con las autoridades italianas para proceder a la identificación de las víctimas y ofrecer asistencia a los afectados”. Lutago está ubicado a 970 metros de altura en el valle de Aurina, uno de los más preservados del Alto Adigio, prácticamente en la frontera con Austria.
La localidad cuenta con 800 habitantes pero en invierno es muy frecuentada por los amantes del esquí por las pistas cercanas de Klausberg y Speikboden y en verano por los adeptos al alpinismo y el senderismo. Hace una semana, tres personas de nacionalidad alemana, una mujer y dos niñas, una de ellas de siete años, perdieron la vida en una avalancha en la misma región.