Corea del Norte se encuentra en el ojo de la tormenta. Especialistas de todo el mundo señalan que el país norcoreano está relacionado con el último ataque cibernético que puso en jaque a todo el planeta.
Son varios especialista que manifiestan que el "ransomware" (programa maligno) utilizado tiene similutudes con otros ataque que han lanzado un grupo de hacker de Lazarus, vinculados a Corea del Norte.
La empresa estadounidense de seguridad informática Symantec dijo esta semana que era "altamente probable" que los recientes ataques estén vinculados a Lazarus. La compañía israelí de ciberseguridad Intezer llegó a conclusiones semejantes la semana pasada.
La compañía rusa Kaspersky Labs y otros especialistas también señalan a Corea del Norte, aunque ninguna prueba ha sido presentada. Los piratas informáticos pueden esconder o disfrazar su identidad.
Pyongyang, a través de su representante en la ONU, ha desmentido estos señalamientos.
Dispuestos a todo
"Me resulta fácil imaginar a Corea del Norte dirigiendo todo esto (el ciberataque) para obtener dinero", dijo Paul Benda, quien trabajó para el Pentágono y para el Departamento de Seguridad Nacional antes de convertirse en gerente de tecnología de Global Security e Innovative Strategies. "Debido a las sanciones, ellos necesitan dinero".
"Aunque años de sanciones han aislado el régimen del sistema financiero internacional, no hay duda de que Corea del Norte está buscando la manera de obtener dinero a través de una gigantesca campaña de crímenes cibernéticos", comentó el experto de FereEye, Luke McNamara, en el Blog Lawfare.
Paradójicamente, todas las medidas de presión que se han adoptado para que Corea abandone sus programas de desarrollo balístico y nuclear podrían empujarla a realizar otros ataques cibernéticos: "Pyongyang no tiene muchas otras opciones más allá de los ciberataques para compensar la disminución en sus ingresos", dijo McNamara.
El ciberataque infectó a unas 300.000 computadoras en 150 países, interrumpiendo muchas operaciones administrativas y financieras.