Los vecinos del poblado de San Julián, en Bolivia, decidieron tomar justicia con sus propias manos y hacerle pagar a un hombre acusado de ser el asesino de un adolescente de 17 años.
Una turba de pobladores indignados llegaron hasta la comisaría de San Julián y tomaron la dependencia policial para sacar a rastras al supuesto asesino, identificado como Johnny Pizarro Miranda (38), quien fue golpeado salvajemente hasta dejarlo casi inconsciente.
El hombre fue llevado hasta la plaza de armas del distrito y le prendieron fuego. Posteriormente lo colgaron de un árbol y expusieron el cadáver del hombre en el lugar.
La turba también golpeó hasta dejar gravemente herido a Alex Alejo Bolívar (24), cómplice de Pizarro Miranda.
Los otros dos acusados de haber tenido participación en el crimen del adolescente, el 13 de abril de este año, fueron resguardados por los policías que huyeron con los sujetos y los mantienen a buen resguardo, para evitar que la turba los encuentre.
Pese a que un grupo de personas, que lideraba la multitud de pobladores, amenazaron con linchar a aquellos que registren el ajusticiamiento popular en el lugar. Incluso, los periodistas de la zona tuvieron que retirarse ante la amenaza de la turba.
El representante del Ministerio Público de Bolivia lamentó la actitud que adoptaron los pobladores y advirtió que se iniciará la investigación para dar con los responsables y los incitadores del linchamiento, porque cometieron el delito de asesinato, añadió el fiscal de Distrito.