En un infierno volvió a convertirse el Cercado de Lima. Esta vez, un terrorífico incendio se desató en uno de los grandes almacenes de la concurrida zona comercial de Las Malvinas, en la cuadra 2 de la avenida Argentina, donde varias personas quedaron atrapadas durante horas. Enormes columnas de humo negro que se elevaban al cielo podían verse a varios kilómetros y más de 400 bomberos luchaban sin descanso, hasta el cierre de esta edición, para sofocar el incontrolable siniestro.
Sobre la azotea del edificio de material noble, los comerciantes habían armado varias estructuras de metal semejantes a contenedores, todo de forma desordenada, como un laberinto. El lugar era una trampa mortal.
Se informó que en esas estructuras se guardaban pinturas, thinner, aguarrás y otros químicos altamente inflamables, además de telas.
Uno de los momentos de mayor angustia fue cuando, desde un pequeño respiradero de uno de esos depósitos de metal, rodeado por las furiosas llamas y el denso humo tóxico, una persona sacaba el brazo y agitaba con desesperación un tubo pidiendo auxilio. No se sabía cuántos atrapados eran.
ESCALERA TELESCÓPICA
De inmediato, los bomberos utilizaron una escalera telescópica para acercarse lo máximo posible, desde donde lanzaban potentes chorros de agua para enfriar el contenedor y así esas personas no mueran achicharradas.
Sin embargo, alrededor de las 5 de la tarde, el agua no alcanzaba y los contenedores eran presa del fuego. Solo se esperaba un milagro para que las personas aprisionadas se salvaran.
El fuego se inició a las 12:30 de la tarde en el segundo y tercer piso del predio, donde funciona el centro comercial Nicolini, en la cuadra 2 de la avenida Argentina, entre la 4 del jirón Huarochirí y 2 de Guillermo Dansey, a pocos metros del policlínico Ramón Castilla de EsSalud.
De este centro de salud, más de 40 pacientes hospitalizados fueron trasladados a otros establecimientos médicos para que no inhalen el humo venenoso. De igual forma, médicos y enfermeras desalojaron el lugar.
Minutos después del inicio del incendio, los comerciantes tuvieron que desalojar el lugar rápidamente para no morir carbonizados, pero algunos arriesgaban la vida tratando de rescatar su mercadería.
Mientras las enormes lenguas de fuego se expandían rápidamente y salían por las ventanas, por momentos con tal fuerza como si se tratara de lanzallamas, se escuchaba una serie de fuertes explosiones por los productos inflamables, lo que provocaba pánico.
HORAS DE TERROR
Mientras tanto, en los alrededores todo era caos. Los comercios de la zona comenzaron a cerrar al mediodía por pedido de la policía, a la vez que se armaban los embotellamientos vehiculares, que empeoraron a partir de las 5 de la tarde.
También fue cerrado en parte el bypass de Alfonso Ugarte y fue suspendido el pase de la ruta C del Metropolitano.
Durante horas, estudiantes universitarios, comerciantes y transeúntes tuvieron que caminar varias cuadras para llegar a sus destinos.
DENUNCIARÁN A DUEÑOS
El gerente de Fiscalización de la Municipalidad de Lima, Cristian Rosenthal, informó que serán denunciados penalmente José López Ramírez y Juan Polar De Rivera, representantes de la empresa JPEG SAC, que opera los almacenes que se incendiaron ayer, pues habían sido clausurados y, sin embargo, seguían operando.
En tanto, resultaron heridos los bomberos Aaron Manrique Gil (24) (lesión por llama explosiva en el rostro) y Christian Benavente Hopckins (quemaduras e inhalación de humo). Se informó que el incendio continuaría el día de hoy.