Hasta ayer, detectives de Seguridad del Estado que investigan el han obtenido testimonios de comerciantes respecto a que el fuego del tercer piso, donde habría funcionado un taller clandestino de serigrafía y despensa de productos inflamables.

Según estos testigos, a las 12:30 de la tarde del jueves, un joven, que sería hijo de la propietaria de ese stand, estaba terminando de hacer un trabajo de pintura cuando, al parecer, .

“No sabemos cuál fue su intención. Tal vez prendió el fósforo para encender algún mechero y se produjo la deflagración al contacto con el material inflamable”, comentó un agente.

Otras personas señalaron que, minutos antes, este joven habría estado fumando un cigarrillo mientras hacía las labores de pintura.
Se sabe que apenas se produjo el incendio, el muchacho sufrió quemaduras en el brazo y huyó, mientras que otros comerciantes usaron extintores, pero fue imposible sofocar las llamas debido a los productos inflamables. La situación se salió de control y la mayoría escapó. La temperatura llegó hasta mil 200 grados.

Se conoció que hoy podrían ingresar los detectives a la galería, donde al parecer se habrían realizado una serie de actividades no permitidas ni reportadas a las autoridades.

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