A pesar de que el incendio en las Malvinas ha quedado confinado, la emergencia sigue y los bomberos tratan a toda costa de extinguir el fuego de algunas zonas del edificio donde aún siguen desaparecidos cuatro trabajadores, entre ellos un menor de 15 años, quienes fueron encerrados por sus jefes dentro de los contenedores.
Los familiares de las cuatro posibles víctimas ya están resignadas a no hallarlos con vida y algunos bomberos, entre lágrimas, narraron cómo se debieron sentir los cuatro jóvenes encerrados dentro de esos contenedores protagonistas del incendio en las Malvinas. Incluso, uno de ellos envió un video a su familiar de su lucha por salir de ese lugar que poco a poco iba consumiendo su vida.
Experimentados bomberos comentaron que dichas estructuras metálicas, en donde se habría iniciado el incendio en las Malvinas, son como ‘cajas chinas’, de las que se usan para cocinar pollo o chancho. La comparación es terrible, pero grafica la dura realidad.
“Son contenedores que solo tienen uno o dos respiraderos y por dentro está dividido en pequeños ambientes cuadrados y rectangulares que se asemejan a jaulas o celdas”, explicó un ‘hombre de rojo’, uno de los más de 300 que trabajaron más de 35 horas para poder sofocar el incendio en las Malvinas.
Hasta anoche el incendio en las Malvinas continuaba, con lo que ya eran más de 35 horas de fuego continuo y existía el riesgo de que el inmueble colapse.
FAMILIARES PIDEN RESCATE DE CUERPOS
Los padres y familiares de las víctimas se encuentran frente al edificio donde se inició el incendio en las Malvinas. Ninguno está dispuesto a abandonar su lugar hasta que les entreguen los cuerpos de sus hijos y así poder despedirse de ellos como Dios manda.
Precisamente, el tío de uno de ellos manifestó ayer que su sobrino lo había llamado en reiteradas ocasiones pidiéndole que los saquen de ahí, pero luego de unas horas al saber que nada se podía hacer para rescatarlo solo se despidió de la manera más triste.
"Por favor cuiden a mi hijita y que no llore mi mamita", fue el pedido del joven cuya absurda muerte no fue provocada por el fuego del incendio en las Malvinas, sino por un despiadado jefe que los dejó encerrados para que estos no pudieran robarle la mercadería que ellos acomodaban en los contenedores que eran usados como almacenes.