Un curioso hecho se registró esta semana en la ciudad de Ica. Es que una audiencia judicial tuvo que realizarse nada menos que en una bodega de abarrotes.
Todo se debió a que el magistrado Miguel Díaz Chirinos fue impedido de ingresar a la sede del Poder Judicial de Ica por los trabajadores que aún permanecen en huelga.
Díaz Chirinos tomó la decisión porque el plazo para dictar sentencia por un caso de exposición al peligro estaba por vencerse. Es por ello que uso el local en Ica lleno de productos de venta para realizar la sesión con las partes involucradas.
El denunciado era un taxista que conducía ebrio y terminó acogiéndose a la confesión sincera y esposado fue conducido a la carceleta judicial de Ica
"Este fue el único sitio que había para hacerlo. Ya estaba programado así que había que hacerlo. Aparte que estaban todas las partes presentes", dijo Díaz Chirinos, quien realizó dos audiencias en estas condiciones y programó otras.