Por: Carmen Quispe
En un confuso incidente, en el que fueron azuzados por transeúntes al ver a una niña llorando, efectivos policiales intervinieron a una mujer acusada de golpear a su nieta. Lo cierto es que la menor lloraba por sentirse mal y llegó a vomitar en la calle. Todo ocurrió en la primera cuadra de la calle Cajamarca cerca a la Plaza de Plaza de Armas, en Ica.
La abuelita identificada como Donata Cahuana (51) es una comerciante informal que se dedica a la venta de huevos de codorniz en compañía de su hija y nieta de iniciales L.C.C. (5), aclarando que su nieta había vomitado en la calle por eso sollozaba de dolor, por ello, los transeúntes al percatarse que jaloneaba a la menor pensaron que golpeaba la niña en esta calle de Ica.
Posteriormente, la abuelita en un arranque de ira arrojó la grabadora del reportero Víctor Arroyo, quien en forma incendiaria entrevista a la mujer reaccionando de forma indignada aclarando que ella en ningún momento golpeó a su nieta a quien la tenía a su lado en Ica.
El locutor le dijo a la mujer "es una criatura hay que meterle golpe". Entonces, la comerciante respondió "sí …, usted le va seguir pegando para educarla y la mujer le responde, no, usted me ha visto que le he pegado, fíjese si tiene una huella" y ella le mostró a la niña llorando. Luego de un manotazo arrojó la grabadora de las manos del comunicador social y esta cae al suelo, llamando la atención de los transeúntes de esta zona de Ica.
La reacción airada de la comerciante llamó más la atención de los transeúntes, unos a favor y otros en contra, “llévensela presa”, “abusivos”, la comerciante se resiste a la intervención tratando de defenderse de las mujeres policías; mientras que su hija mayor trata de controlarla, pero la niña al ver el alboroto lloró desconsoladamente imaginando que agredían a su abuelita en Ica.
Luego un policía redujo a la comerciante, siendo traslada hasta la Comisaría PNP de Familia donde rindió su manifestación aclarando el incidente. Asimismo, la fiscal de Familia interrogó a la menor si fue agredida por su abuelita. La menor negó todo manifestando que solo le jaló el polo. Además el certificado médico legal arrojó cero maltrato, confirmó un policía en Ica.