‘El gran candelabro’ de Paracas, dibujado sobre una suave colina de arena y cuyo origen continúa siendo un misterio, adquirió triste notoriedad el último domingo luego de que cuatro personas se desplazaran cerca de esta maravillosa figura sobre dos camionetas, una cuatrimoto y un automóvil. Estimar el daño ocasionado (un área de 100 metros de alto y 500 de ancho) es tan valioso como reconocer la importancia de este geoglifo.
Llamado también ‘tridente’, el famoso candelabro es visible frente al mar porque mide alrededor de 180 metros de largo y 60 de ancho, con una profundidad en la arena de aproximadamente 1.20 metros. Quienes viajan en tour hacia las Islas Ballestas en Ica lo pueden observar. Lo increíble es que pese a la cambiante superficie de arena, jamás se ha borrado.
TEORÍAS
En los años 50, la arqueóloga e investigadora alemana María Reiche estudió esta figura durante seis meses. Por su diseño y grandes dimensiones, se dice que guardaría una relación con las Líneas de Nasca de Ica y tendría 2500 años de antigüedad.
Algunas teorías afirman que los antiguos peruanos que recorrían el mar, dibujaron este candelabro con la finalidad de orientarse en sus travesías. Otras aseguran que fueron los piratas quienes realizaron este geoglifo para indicar la ruta hacia un posible gran tesoro.
Aunque se tejen varias teorías, lo cierto es que ‘El gran candelabro’ de Paracas se creó para que fuese contemplado y debe cuidarse al máximo, ya que es parte de nuestro patrimonio natural.
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